Las sevillanas son uno de los bailes más representativos y característicos de Andalucía y, por extensión, de toda España. Tienen un prestigio internacional y es que desde hace siglos es una de las expresiones culturales más reconocidas del país. Más allá del arraigo que tiene en la región andaluza, el baile se ha popularizado en el mundo entero, y es realmente admirado en América y algunos lugares de Asia.
Sin duda, el folkore andaluz es uno de los más reconocibles de la cultura española, y por eso siempre se ha enarbolado como bandera del arte patrio. Este baile regional sirve también como enlace entre el mundo gitano y el payo, por lo que tiene un carácter integrador que bien merece su reconocimiento.
Sevillanas: un baile con mucha historia y tradición
A mediados del siglo pasado comienzan a comercializarse los discos de sevillanas y se populariza la afición por este baile regional. Así, no se limita a los profesionales sino que cualquiera puede animarse y se crean los primeros cursos de bailar sevillanas. Aunque tiene su técnica y para ejecutarlo con bellísima factura hay que trabajar durante años, lo cierto es que es bastante pasional y permite que los bailaores pongan su toque personal. Generalmente, las mujeres con un deje provocativo y romántico, mientras que los hombres acostumbran a rezumar un aire chulesco.
Existen cuatro grandes tipos de sevillanas: flamencas, modernas, boleras y corraleras. Así mismo, el acompañamiento de la música es crucial para entender la ejecución del baile tan "sentía". Generalmente se complementa con una guitarra y la voz del "cantaor", así como un séquito de acompañantes que tocan las palmas para marcar el compás. Ocasionalmente, se utilizan las castañuelas, un instrumento ya mítico que también aporta sonoridad al baile y al ritmo de la música.
Como en cualquier otro baile, es primordial el trabajo y la constancia durante las clases. Se recomienda practicar todos los días si es posible, o dedicarle varias horas en diferentes sesiones a lo largo de la semana. Tan importantes como los pies son las manos, ya que es uno de los métodos de expresión y adonde apuntan los ojos del espectador. Van realizando giros de muñeca de dentro afuera y de fuera adentro, por lo que esos movimientos se pueden practicar en el sofá o mientras realizas otras tareas cotidianas sin necesidad de acudir a la academia de baile.
Por último, y aunque parezca una tontería, el bailaor o la bailaora de sevillanas transmiten mucho a través de su imagen y estética. Por eso, es de gran importancia saber mostrarse al mundo entero con plena confianza. Además de prepararse físicamente, para bailar sevillanas hay que sentir la esencia y la pureza del folklore andaluz, con toda la belleza y plasticidad que conlleva.