Suena gracioso, pero el dolor es algo bueno … por lo menos en lo que se trata como a causa preventiva de posibles daños. Sí, ya sé que puede parecer retorcido pero es así.
Hay un par de maneras de lidiar con el dolor. Una de ellas es el uso ampliamente aceptado (pero no recomendado a largo plazo) de analgésicos para “enmascarar” el dolor. Los analgésicos pueden ayudar a deshacerse de los síntomas, pero no son eficaces ante la raíz del dolor.
Otra forma alternativa combatir el dolor es escuchar con atención al cuerpo y tratar de descifrar lo que podría pasando para conocer la causa de ese dolor.
Cada vez que sintáis alguna molestia o dolor, podéis preguntaros: ¿Por qué estoy sintiendo esto? y comenzar el proceso de encontrar la manera de llegar al fondo del problema para evitar que el dolor se convierta en un perjuicio real.
Hay muchas causas que pueden originar o ser la causa de un dolor, pero algunas de las principales son:
Movimiento incorrecto: A veces (muchas veces) no nos movemos correctamente. (Ahí incluyo andar o correr). Por ejemplo, en la carrera o andando se puede crear demasiado impacto al chocar contra el talón, o forzando el talón de Aquiles, o empujándose con los pies al final del paso, cualquier otro motivo que produzca un excesivo o inadecuada amplitud de movimiento que el cuerpo pueda manejar.
Otro punto a mencionar sería la forma de los pies, desde los que tienen el puente más alto (pies cavos) o los que tienden a desplomarse en el interior (pies valgos), pudiendo provocar una fascitis plantar, o bien por la forma de pisar (pronación, supinación), o por alguna desviación en la columna o cadera (hiperlordosis, hipercifosis, escoliosis), y así podíamos seguir…
La falta de movimiento: ¿Cuántos de vosotros hacéis estiramientos a diario? ¿Ejercicio? ¿Rotaciones de cadera? ¿De tobillos? Hacer ejercicio es importante, pero incluir estiramientos dentro de la rutina diaria es esencial. Algunas partes de cuerpo, a pesar de hacer ejercicio, no se mueven lo suficiente, pudiendo causar a la larga dolor. Entre ellas, las caderas, rodillas y tobillos están en la cabeza de la lista. Algunos movimientos suaves rotatorios y aumentar el rango de movimiento con precaución, es básico para mantener la salud corporal y evitar contracturas o problemas articulares.
Exceso de ejercicio o trabajo: Si por poco es malo, el abuso del ejercicio también puede ser perjudicial. Para que nos entendamos. Practicar algo de ejercicio es beneficioso siempre que se realice según nuestra condición física, pudiendo aumentar el esfuerzo y la intensidad del mismo paulatinamente. Pero cuando ejecutamos algún tipo de movimiento sin el acondicionamiento corporal para ello, puede surgir un problema.
En este apartado también podríamos incluir las partes del cuerpo que tratan de corregir una mala postura (como por ejemplo lo músculos de la espalda o el sobreesfuerzo de la pelvis en una escoliosis). Pero, si se trabaja la fuerza muscular y se corrige la postura o pisada (ya sea mediante ejercicio, correctores o plantillas), no tenemos porque temer al dolor ni a lesionarnos.
Algunas auto preguntas que os pueden ayudar a focalizar el origen del dolor pueden ser: ¿Es un dolor general o se localiza específicamente ? ¿Ocurre en un lado del cuerpo o en ambos? ¿Sólo se manifiesta al impactar el cuerpo contra el suelo? ¿Suele ocurrir al principio del entrenamiento o tarda un rato en aparecer? ¿Duele en reposo? ¿Desaparece con el movimiento o bien cambiando de posición? ¿Es un dolor difuso, de cansancio o agujetas o es un dolor agudo que no remite? ¿…?
Ante un dolor que no desaparece, es conveniente parar de hacer ejercicio y si éste no remite se debe acudir al médico o fisioterapeuta para que evalúe el origen del problema y nos dé las pautas para retomar la actividad física sin dolor.
¿Y vosotros? ¿Cómo actuáis ante el dolor? ¿Soléis tomar antiinflamatorios? ¿Hacéis ejercicio físico habitualmente? ¿Y estiramientos? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!!Besos desde mi blog!!!