AUTOR: Marta OrriolsEDITORIAL: Lumen
Sinopsis Editorial:
«El odio y el amor a veces se acoplan en una sola bola, como gotas de mercurio, y de la amalgama surge un sentimiento pesante y tóxico y extrañamente añorado. Eso es lo que irrita. La añoranza, a pesar de todo.»
Paula Cid es una neonatóloga de cuarenta y dos años con una vida ordenada. Apasionada por su trabajo e inmersa en la rutina de una relación sentimental que se resquebraja, pierde a su pareja en un accidente de tráfico pocas horas después de que él la invite a almorzar para comunicarle que, tras quince años de matrimonio, hay otra mujer en su vida y ha decidido marcharse de casa. Junto al desgarro de una muerte a destiempo, Paula deberá hacer frente a la desdicha de sentirse abandonada y sobrellevar no solo el duelo, sino también el rencor. Una figura femenina que aparece en el hospital la tarde del fallecimiento de Mauro es la única que puede dar fe de que este hombre tenía ya otra vida... y tarde o temprano las dos mujeres tendrán que encontrarse.
"Aprender a hablar con las plantas" es una novela que apunté en mi lista de "Deseos literarios" desde que se publicó, pero como siempre pasa, hay libros que se van quedando apuntados y nunca llegan a casa y de no ser por "Club de Lectura de la Sala de Espera" que lo eligió para el mes de Junio y me sirvió de excusa para comprarlo, es probable que al final no lo hubiera leído.
Todas las opiniones que había leído (tampoco muchas, la verdad) eran de blogs que sigo con frecuencia y con los que además suelo coincidir en opiniones, así que iba sobre seguro. Lo tenía claro. Quizás por eso mismo me duele haberme estrellado con esta novela.
Seguro que si lo habéis leído y disfrutado os llevaréis las manos a la cabeza, pero lo cierto es que no puedo decir otra cosa. A mí no me ha gustado. No me ha enganchado en ningún momento y sinceramente estaba deseando terminarlo.
No puedo decir que esté mal escrito, no puedo decir que no sea de fácil lectura, incluso no puedo decir que lo que cuenta no sea una historia cercana que le puede ocurrir a cualquiera. "Aprender a hablar con las plantas" es la vida misma, una historia intimista en la que su protagonista, Paula, se acaba de llevar un "palo" doble. No sólo se acaba de morir Mauro, su pareja, sino que unas horas antes de que él muera atropellado, le confiesa que quiere a otra mujer y que la va a dejar.
Siempre he pensado que todo lo que compromete a la permanencia se puede ir sin avisar, y lo que se llena puede vaciarse con la violencia de un raspado. Pasa con las madres, con los pisos, con los perros; pasa con el amor.
Enfrentarse a una muerte inesperada siempre es doloroso, pero si te pilla después de haber "tragado la noticia" que Mauro le suelta, es todavía más doloroso y confuso. ¿Cómo enfrentarse a algo así? ¿Cómo afrontarlo? Nadie sabía de la existencia de esa otra mujer (Carla) salvo Nacho, un amigo de la pareja, así que ¿qué cara poner delante de todo el mundo? Ella quería a su marido y desde luego fue una sorpresa que deseara dejarla. Tampoco ayuda que todos le digan ... "Mauro te quería mucho", así que no le queda más remedio que asumir su nuevo estatus, pero le llevará su tiempo y nos irá contando en primera persona cómo se siente, mientras "salpica" de recuerdos cotidianos el texto y de "conversaciones" con esa pareja que ya no está.
Creo que mi problema ha sido que no he conectado en ningún momento con Paula, no la he entendido (lo que hace con Quim, por ejemplo ¿era necesario? me pareció de lo más egoísta, la verdad), no he empatizado con su situación y aunque en muchas ocasiones hay reflexiones y pensamientos que me han gustado, en otras muchas no me interesaba nada lo que me estaba contando. Sí he pensado qué haría yo en su situación, y sinceramente no lo sé. Me imagino llena de pena y a la vez de rabia por sentir esa pena y por echar de menos a alguien que ya no te quería, pero yo no he conseguido que ella me transmitiera demasiado... en general. No sé por qué no he conectado con Paula y de verdad que me da mucha pena, porque a medida le leía esperaba ese momento en el que por fin la lectura me atrapara y encontrar en ella eso que tanto lectores han encontrado para recomendarla con entusiasmo, pero no ha sido así.
En cuanto a los personajes, está claro que Paula ES la novela y del resto de los que aparecen apenas llegamos a saber demasiado, y es una pena, porque me hubiera gustado tener más información sobre Mauro o Carla, por ejemplo.
"Aprender a hablar con las plantas" es la historia de una mujer que debe aprender a vivir de nuevo tras una pérdida importante y que aprenderá que las segundas oportunidades existen, pero con la que yo no he conectado especialmente.
Decías que hablar con las plantas era un acto íntimo y transformador, un acto de fe para los que no creen en los milagros. Me levanto, respiro y anoto en la lista: «Aprender a hablar con las plantas».Obviamente lo que yo os recomiendo si no la habéis leído, es que busquéis más opiniones porque las encontrareis y muy buenas además, pero si yo os digo otra cosa, no estaría siendo sincera.
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