¿Aprender a ser feliz?

“Yo no he sido feliz en mi vida”, escribía el otro día el novelista Javier Cercas. Parece que entre la intelectualidad española, y quizá más allá, no está bien visto declararse feliz. Ni siquiera declararse partícipe en el intento. Igual es cosa de los que no tenemos nada mejor que hacer. O los que pensamos que hay más humanidad en ese beso espontáneo del portero Casillas a la reportera que en todos los goles del Mundial juntos.

Hace falta ser muy práctico –o ser norteamericano, que viene a ser lo mismo– para convertir esto de la felicidad en un proyecto. Pero existe, como casi todo en la web.

Su artífice es Gretchen Rubin, un escritora que pasó un año experimentando en su propia piel estudios y teorías de todo tipo sobre cómo ser más feliz. Su web (solo en inglés) aporta entrevistas, sugerencias, citas o un “manual de herramientas”, donde uno puede dejar constancia de sus resoluciones:meditar en lugar de navegar por internet, escribir 2.000 palabras al día, identificar principios que guíen tu vida, aceptar los cambios, mirar hacia dentro para encontrar lo que se necesita, elaborar listas de lo que te gusta, lo que te inspira y lo que quieres evitar, etc.

Colegas y conocidos de esos que todavía defienden a Descartes levantan las cejas con estupefacción cuando les hablo de estos temas. Y, sin embargo, ¿por qué no aplicar una pizca de pragmatismo? Matthieu Ricard, monje budista, antiguo biólogo y traductor del Dalai Lama recordaba aquí hace poco que "la felicidad no es una sucesión interminable de placeres que terminan por agotamiento, sino una forma de ser". Y, si es así, ¿no deberían nuestros hijos, en el colegio, aprender a ser felices? ¿Y nosotros, los adultos, no deberíamos dedicarle algún rato al asunto?

Lo que más me atrae de Proyecto Felicidad y sus afines –los hay a porrillo y la gran mayoría son una basura, cierto– es la inspiración. Saber que uno no está solo. Porque todos queremos ser felices y lo hemos sido en algún momento de nuestras vidas. Aunque se nos haya olvidado, como a Javier Cercas.

“No hay deber que infravaloremos tanto como la tarea de ser felices”.
Robert Louis Stevenson

Foto de portada: Chesi