Uno de los planes que propuse en el post “30 cosas que hacer en casa durante la cuarentena” es aprender caligrafía.
Cómo empezar a aprender caligrafía
Aprender caligrafía es algo que siempre me ha llamado la atención, ya que me encanta el material de papelería y el diseño. Antes de caligrafiar las invitaciones de nuestra boda, me inicié en el mundo de la caligrafía y el lettering empezando un bullet journal y más adelante con el libro Caligrafía Creativa de Rubio, muy útil para sentar unos cimientos y perder el miedo a los rotuladores.
En resumen, para empezar a aprender caligrafía por tu cuenta tienes que hacer varias cosas:
- Hacerte con el material apropiado. No tiene que ser profesional, pero tener el material adecuado te motivará a ponerte a ello.
- Ver mucha inspiración. Así podrás ver qué te gusta y por donde empezar.
- Practicar. Piérdele el miedo y ponte a ello cuanto antes. Sé autodidacta o busca tutoriales y cursos si quieres aprender los fundamentos.
¿Qué es la caligrafía? Diferencias entre caligrafía y lettering.
Para sentar las bases de la caligrafía, es necesario hacer una distinción inicial, ¿qué diferencia hay entre caligrafía y lettering?
La caligrafía se refiere a la escritura en general, independientemente del estilo o herramienta utilizada. Normalmente nos referimos al “arte de escribir bonito”. Por otro lado, el lettering es el dibujo de palabras. Sin embargo, en muchas ocasiones, este término se utiliza con frecuencia para referirse también a la caligrafía.
Materiales para aprender caligrafía
Como decía anteriormente, lo importante es empezar. Estas son algunos de los materiales básicos para aprender caligrafía e iniciarte en este mundo:
- Papel. Puedes empezar con un papel de un gramaje de unos 90 gr/m2 y que sea absorbente, para que la tinta se fije y no traspase el papel.
- Lápiz y goma. Para hacer los primeros trazos y pruebas.
- Rotuladores. Con los rotuladores empezarás a darle más juego a tu caligrafía, con distintos grosores y estilos. Para ello, empieza, al menos, con dos rotuladores de distinto grosor y puedes probar también con uno de punta flexible, ya que al imitar a un pincel, puedes ejercer distinta presión y obtener trazos diferentes. Mi rotulador preferido es el Tombow Fudenosuke, ya que tiene la punta flexible pero no demasiado.
- Pluma y tinta. Si te ves un poco más suelto, puedes probar a usar pluma y tinta para dar un estilo más elegante.
El concepto más importante
Una vez que te hayas hecho con el material, tienes que conocer la primera regla de la caligrafía: “los trazos que suben son finos; los que bajan, gorditos”.
Recursos para practicar caligrafía
Como te decía, es importante inspirarse y ponerse a practicar para aprender. Si estás un poco perdido, puedes empezar rellenando plantillas con distintas letras y trazos. En este post, podrás encontrar una recopilación de plantillas gratuitas para aprender caligrafía.
Otra opción es apuntarte a algún curso de caligrafía. En domestika podrás encontrar varios cursos como “Caligrafía itálica con brush pen” o “Caligrafía inglesa de la A a la Z“. Hay mucha variedad dependiendo del estilo que te guste o de tu nivel.
Además de buscar inspiración y probar por tu cuenta, puedes aprovechar los talleres en directos de Instagram que organiza Tombow de vez en cuando.