La pandemia de gripe A (H1N1) fue un compendio de errores, no todos inocentes, como explica el médico Juan Gérvas. Sin embargo, las autoridades, los políticos y los expertos se muestran inmunes frente a sus equivocaciones y se pretenden impunes. Es un error más, sobre los previos, pues la gestión que se hizo de la pandemia de gripe A ofrece múltiples oportunidades para aprender y mejorar.
Una lección positiva y muy importante es la demostración del poder de los profesionales sanitarios españoles, capaces de revertir el pánico provocado por autoridades, políticos y expertos, en muchos casos con conflictos de intereses con los laboratorios interesados en vender antivirales y vacunas ad hoc. Conviene aprender de los errores para no repetirlos y por ello es interesante, cuando ya ha pasado bastante tiempo de aquello, leer el documento que el citado médico ha preparado a modo de resumen de lo que sucedió y con ideas para que no vuelva a repetirse. Su conclusión es clara:
La OMS se equivocó gravemente en 2005 con la gripe aviar (H5N1), y se volvió a equivocar en 2009 con la gripe A (H1N1). No son equivocaciones “inocentes”, pues logran dar importancia a la propia OMS, que se ve “débil” frente a otras organizaciones con intereses crecientes en el sector sanitario, como el Banco Mundial o la Fundación Bill y Melinda Gates.
Las equivocaciones sin rectificaciones desacreditan a las autoridades, a los políticos y a los expertos, con graves consecuencias, como se puede comprobar por el incremento del movimiento ”antivacunas”.
Más info en el libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo.