No hay solución electoral en Europa que no pase por romper con la lógica neoliberal que funciona dentro de las instituciones de la propia Unión Europea. Estamos dentro de un juego de suma cero perfecto: lo que damos a unos se lo quitamos a otros. España recorta 10.000 millones de euros en educación y sanidad y pasan íntegramente a Bankia, una empresa privada dirigida por mafiosos que trabajan también en el gobierno. Es hora de ir mirando qué han hecho en otros sitios. No para imitar -error que ya pasó en América Latina cuando en vez de buscar su camino quiso repetir los de otros lados-, sino para aprender de sus ejemplos. Cada país debe encontrar su camino y ver después cómo puede compartirlo con sus iguales de la parte del mundo en donde se encuentra (en este caso, Europa). Después, seguir hasta completar el planeta, para volver a darnos cuenta de que el mundo es uno. El viejo internacionalismo renovado. Syriza, la izquierda coherente griega, dice “No” a la troika europea. Y sólo así abre alguna ventana de oportunidad en la masacre que los poderosos han escogido para Grecia. ¿Y dónde encuentran referencias? En la foto, Syriza cuenta cómo le ve la derecha, como la ve el partido comunista, otros partidos, la Unión Europea (que, obviamente, los ve como payasos), como se ven ellos (en la calle, combatiendo con el pueblo) y, algo para pensar, cómo les gustaría: como Chávez jugándosela con la gente, con 13 elecciones ganadas, con una nueva Constitución, con el impulso de la integración regional marcado por la ALBA y la complementariedad, con la dignidad de haberle dicho basta a los EEUU y al neoliberalismo. Y con la responsabilidad de darle al pueblo las herramientas para que construya su propia democracia. Para pensar. Y hacer luego algo.