Las técnicas de entrenamiento intelectual que se usan actualmente para mejorar funciones cognitivas como la memoria pueden ser muy efectivas, pero las más de las veces terminan siendo agotadoras y frustrantes para aquellos que las ponen en práctica. La dificultad para llevar a cabo una aplicación práctica de las distintas técnicas de entrenamiento intelectual hace de estos ejercicios algo repetitivo y tedioso. Uno de los nuevos abordajes en entrenamiento intelectual, en cambio, recomienda aprender idiomas para mejorar la memoria y otras funciones cognitivas asociadas.
En un estudio controlado realizado por la Universidad de Granada (España) se llegó a la conclusión de que las personas bilingües tienen una mayor memoria. El aprendizaje general de estas personas, por otra parte, también se mostró más sólido en comparación con las personas que solamente hablaban un idioma. El tiempo de respuesta a diferentes estímulos en las personas que tienen el hábito de aprender idiomas, además, demostró ser sensiblemente menor que el de los individuos que no siguen tal aprendizaje.
Según los investigadores que llevaron a cabo esta experiencia el aprender idiomas es especialmente útil como entrenamiento intelectual, dado que en este tipo de aprendizaje se activan zonas de la atención situadas en la corteza prefrontal con una mayor asiduidad.
Las conclusiones arrojadas por el estudio de la Universidad de Granada, por otra parte, demuestran que aprender idiomas puede ser igualmente beneficioso si se aprende un solo idioma o más de uno (no hay que aprender varios idiomas para obtener los beneficios a nivel de la memoria).
En el aprendizaje de un idioma, por lo demás, el cerebro se ve forzado a implementar diferentes técnicas que le permitan internalizar nuevas reglas y vocabulario novedoso sin mezclarlo con el del idioma natal. Este esfuerzo, en un tiempo posterior, puede ser reproducido en otras actividades y hasta en la vida cotidiana.