Aprender Jugando a elegir mejores respuestas

1,2,3, responda otra vez...Así empezaba la fase eliminatoria del famoso concurso televisivo. Era aparentemente era fácil si se tenía un mínimo de cultura general. La equivocación significaba estar fuera, la gama de posibles era muy limitada sí o no. Y llegar al final no siempre era el mejor, el factor suerte tenía un gran peso, como pasa en todos los juegos de azar.
Team Building, es la motivación por obtener el éxito entre todos, la competencia es con uno mismo, y se convierte en la superación del usuario (léase empleado o cliente) por conseguir ir a más dentro de sus capacidades. Es la superación de los miedos construídos y forjados internamente, a modo de limitaciones en forma de pensamientos negativos como inamovible, imposible, etc. Y empezar a cambiar el chip. Todo consiste en empezar a acotar, limitar, restringir cada vez más, cada día un paso, el poder maléfico que tiene en éste sentido nuestra propia mente, dejar de ser esclavos, de nosotros mismos. De aquello que nuestro devenir, social, educacional, emocional, intelectual ha ido cimentando en nosotros. Cortando de forma sesgada ese amplio mapa que tenemos cuando somos pequeños y siempre se puede elegir, la mejor respuesta. Porque Aprendemos Jugando, y el juego siempre modifica las reglas según convenga, para obtener el mejor rendimiento posible en cada momento.
El Arte ofrece la mejor respuesta de todas, todo es posible, y modificable según las circunstancias y el momento, todo es válido en la transmisión del mensaje, siempre respetando las reglas del juego. Reglas democráticas, impuestas para la satisfacción de todos, y el logro de diferentes equipos que puedan recorrer los mismos caminos, sin ser comidos. Más bien al contrario ayudándose y alentando para dar la mejor respuesta a la sociedad, consumidora objetivo del servicio o producto.
Aprender Jugando y Arte ofrecen a la marca elegir siempre la mejor respuesta, en cada momento, modificando in situ el objetivo del mensaje, según las necesidades establecidas para lograr una mayor competitividad. Esa mejor respuesta vendrá dada por infinidad de estudios, investigaciones, reuniones matutinas y vespertinas, diálogos abiertos, asunción de responsabilidades varias, propuestas siempre abiertas a modificación. Y sobre todo mucho mucho mucho diálogo, observación y decisiones del más mínimo detalle. Así conseguiremos que las reuniones, pasen a horarios más cómodos, sentados tranquilamente y dialogando buscando puntos de encuentro, con caras relajadas.
Porque los tiempos cambian, la toma de decisiones y de respuestas adecuadas también han de hacerlo acorde a cada momento presente. Y con el futuro siempre en el horizonte.