Hasta ahora, tu hijo era casi inconsciente de ser niña o niño. Puede que le hayan dicho que es "niña", pero no sabrá qué significa, y puede que sea incapaz de reconocer las diferencias entre niños y niñas.
Entre los 3 y los 4 años, tu hijo se volverá más consciente de las diferencias entre lo masculino y lo femenino, a través de sus experiencias en casa, su entorno más amplio y de otros niños. Ahora que los papeles tradicionalmente masculinos y femeninos no están tan claros, los niños tienen una interpretación más flexible de las funciones de papá y mamá, pero eso no parece afectar a su compresión de qué significa ser un niño o una niña.
Las diferencias son sorprendentemente pequeñas a esta edad. Las diferencias hormonales y en el desarrollo cerebral pueden explicar la tendencia de algunos niños a disfrutar de juegos más activos y agresivos, y de que algunas niñas a ser más "femeninas".
Sin embargo, en general, durante la infancia, los roles son bastantes intercambiables. No hay necesidad de preocuparse ni de prejuzgar la situación si descubres que a tu hijo le encanta disfrazarse o jugar con muñecas, o si tu hija pasa mucho rato jugando a los soldaditos.
Los niños tienden a sentirse atraídos por juguetes y juegos que ofrecen mayor emoción o que brillan más.
Algunos niños prefieren juegos más tranquilos, y a algunas niñas prefieren jugar duro, pero no es más que una parte de su personalidad, y estarán influidos por los gustos de papá y mamá a la hora de relajarse y de jugar.
El desarrollo de las diferencias
La influencia social es la mayor culpable de que los niños aprendan los roles y comportamientos femeninos y masculinos en la vida. El proceso se inicia en el momento en que los niños nacen, reflejado en el color de la habitación y de la ropa.
Algunos de los mensajes que dirigimos a nuestros hijos son sutiles e inconscientes, y empiezan muy pronto, por ejemplo, rosa para las niñas y azul para los niños. otros son más evidentes: "Vamos a jugar a tomar el té con tus muñecas, Jéssica", frente a "Vamos a jugar fútbol en el parque, Rob".
A menudo, estos mensajes refuerzan las diferencias innatas entre los sexos. Por ejemplo, a los chicos les ofrecemos juguetes más activos, y juegos más violentos, mientras que los juego sociales y las charlas se lo dejamos a las niñas. Esto se debe a una combinación de retroalimentación de tu hijo (hacer lo que le gusta hacer, y lo que más aprecias tú) en función de lo que tú crees que deberían hacer los niños y las niñas. no hay nada malo en ello. Los niños y las niñas son diferentes, aunque todos tenemos algo de femenino y masculino. Nuestras ideas sobre el género vienen influidas por nuestra cultura. Las normas de la sociedad afectan nuestro modo de comportarnos, nuestras ideas y cómo organizamos nuestras vidas.
Explorar las diferencias
A lo largo de este año, los niños pueden empezar a mostrar una preferencia por los juguetes relacionados con el género, y sentirán más interés por los amigos del mismo sexo. Puede que empiecen a juzgarse: "los niños apestan" o "las niñas son tontas", y a iniciar exploraciones personales "si me enseñas el tuyo, te enseño el mío". Es una parte sana y normal del desarrollo, y el modo que tienen de explorar las diferencias entre niños y niñas.
Debes hacer lo posible para que tu hijo elija, y no prejuzgar. Comentarios como "los chicos no lloran" o "Mary ayuda a mami a preparar la comida", reforzarán los roles tradicionales.
Existe una tendencia a hablar más de sentimientos con las niñas y de lógica con los niños. El mejor enfoque es el de darles a ambos sexos los mismos juguetes y oportunidades, y reconocer las diferencias entre niños y niñas.
Fuente: Tu Niño mes a mes.