¿Y si transformamos un entorno habitual, cotidiano y rutinario de trabajo en un espacio para aprender desde el juego con los pequeños detalles de piezas y objetos con los que realizamos nuestras tareas diarias y descubrir ese potencial interno tanto del entorno laboral como de los propios trabajadores?
No es una propuesta alocada, de lo que hablamos es de establecer una propuesta real de interacción dentro del tejido interno empresarial, una forma nueva y dinámica de comunicación entre los empleados de cualquier negocio, estableciendo nuevas fórmulas de diálogo entre el hombre y las máquinas. Y ésta interaccón con todas las experiencias que conllevan se trasladarían con su adaptación correspondiente a un nuevo diálogo más dinámico y real con los clientes potenciando el feed back del cual se va alimentando la marca y de donde saldrán nuevas propuestas de productos al servicio social. Estableciendo las bases para crear LoveMarks, en donde gracias al diálogo establecido por el juego el empleado ama su oficio y es capaz de transmitirlo a su público.
La propuesta consiste en buscar una nueva forma de entender los entornos laborales, lejos de su monotonía y mecanicidad habitual y darle unas cuantas vueltas de tuerca y probar a trabajar en entornos diferentes en donde el juego sea la base de aprendizaje y desarrollo del trabajo.