Aprendiendo a ser un adulto

¿Quien no pedía a gritos poder crecer y convertirse en un adulto y poder hacer cosas que a nuestra corta edad no podíamos? Pero cuando se llega a la mayoría de edad se enfrenta cada vez mas responsabilidades tales como niveles académicos mayores que te exprimen, responsabilidades como tu primer trabajo donde no sabes que hacer y no tienes ninguna experiencia sobre la vida que te espera, aquellos que trabajan y estudian al mismo tiempo, problemas sociales, falta de plata, y la lista puede seguir y seguir y con ello puede pasar por nuestra mente el independizarnos de nuestros padres, buscar un apartamento en alquiler y comenzar nuestra vida y nuestra próxima etapa de adultos.

¿A quié

n no le da miedo? a la mayoría y también hay quienes se emocionan de independizarse tal vez por problemas en su casa creen estar librándose de un problema como la familia, pero quienes ya pasamos por esta etapa sabemos que no es así, que las cosas al principio son un lindo atardecer, pero no dura mucho, empiezas a extrañar a quienes estaban a tu alrededor por mas despreciables e insoportable que parecía, al tío borracho, a la hermana enfadosa y a los padres regañones, se convierten en un vació que no se llena, empiezas a tener problemas de dinero tal vez no alcanza, tienes que pagar alquiler, luz, agua, comprar y prepara tu propia comida, que muchas veces es muy poca y no nos gusta, y se extraña la comida deliciosa y abundante que hacia mama.

Estas solo, con hambre y empiezas a recordad lo fácil y dulce que fue tu niñez, pero es parte de la vida el sentir esas sensaciones de olvido y aprender de cada una de ellas, es lo que como humanos nos levanta y nos recuerda el porque de nuestra acciones, dar todo el esfuerzo y aprender a vivir con cada problema que nos viene encima, no eres el único que pasa por esto toda la humanidad en algún momento se siente solo, al fin y al cabo tenemos que dejar el nido y hacer el propio.