Jugar, palabra que nos conduce a accionar con unas direcciones marcadas, un objetivo que nos hemos propuesto tan sencillo o complejo como deseemos. Al comenzar elegimos algo sencillo, que nos ayude a hacer una construcción coherente, paso a paso. Que ya cuando esté por concluir nuestra particular clase tendremos vía libre para improvisar y jugar sin reglas, probar, probar y seguir probando a ver qué pasa o que no ha pasado.
Ante todo es necesario mantenerse en todo momento en actitud de escucha activa, permitiéndonos inglutir toda la información que vamos recibiendo, para poder procesarla lo mejor posible, "in situ" o más adelante. Para llegar a éste punto no sólo basta con el deseo inherente de aprender, hay que adueñarse de factores internos y externos importantes que nos brinden su apoyo, y nos faciliten la tarea de ser auténticas esponjas en nuestra actividad. La actitud va a ser muy determinante en el proceso de nuestro esfuerzo. La escucha activa está referida a si hemos entendido correctamente el mensaje que se nos desea transmitir para su posterior acción en la actividad encomendada.
La acción contínua de una determinada actividad realizada activamente con nuestros sentidos puesta en ella, es la que nos permite realizar la expansión, abrirnos nuevas puertas a otras historias ya oídas, ya contadas, y también claro a historias nuevas. Esta actitud es la que nos va a posibilitar ampliar la gama de nuestro juego, pudiendo optar por diferentes propuestas o mejor aún poder probarlas todas, y elegir si nos quedamos con una o con todas. O probar cada vez con una, o repetir la que más nos guste. Es un juego.
Probar y probar más posibilidades, aplicando la teoría aprendida, es necesario para poder caminar y a la par ir dejándose llevar por el desarrollo de la acción, investigando a ver dónde nos lleva. Observándonos y empezar a reconocer nuestras capacidades y nuestros miedos y hacerlas nuestras a las capacidades y a los miedos vencerlos. Y después meter en nuestro maletín de herramientas aquello que nos hace crecer y poder ampliar registros. Los cuales nos ayudan siempre a avanzar y seguir jugando.
Aplicar procesos en los que se estimule la búsqueda de soluciones a través de la creatividad tanto a nivel individual como grupal, reporta en ambos casos una mejora considerable en la productividad y rentabilidad del ser humano encaminada a su crecimiento personal y profesional.