Revista Economía

'Apretarse el cinturón'

Publicado el 16 marzo 2010 por Aygdiae

 

 

Imagen: Pulguita

Me deprimo cuando oigo esta frase de boca de una persona encargada de tomar decisiones y gestionar ya sean empresas, gobiernos... Con esto no quiero dar bazas a todos aquellos que interpretan cualquier crítica constructiva como una posición inmovilista y ganas de hacer daño. Solamente desde el reconocimiento y aceptación de cuál es nuestra situación podemos idear soluciones para mejorar sosteniblemente nuestra situación y generar ilusión que perdure en el tiempo y no se trunque en breves instantes al ver como nuestras expectativas se caen como un castillo de naipes. Pero para esto hace falta aptitud y actitud. Aptitud para comprender la realidad, valorar las alternativas y poder tomar las decisiones indicadas con fundamento y no como una simple apuesta mas. Actitud para aceptar que no lo sabemos todo, que no es un estar conmigo o contra mi, que si no tengo la capacidad para resolver la situación actual lo mejor es que me eche a un lado y otros tomen el mando.
Algunos, muchos, argumentan que la economia es un estado de ánimo. Bajo su punto de vista basta con que la población sea optimista para que consuma (el consumo privado supone aproximadamente dos tercios del PIB) y se genere crecimiento y riqueza. Se olvidan de que el consumo hay que pagarlo. Esto se puede hacer con ingresos y, cuando estos se acaban y uno sigue siendo optimista, con préstamos recibidos. Pero los préstamos tambien hay que pagarlos y llega un momento en que ya no te quieren prestar más. Nadie puede confiar en un manirroto para asuntos económicos. Y entonces llega la pregunta obvia: ¿no será la economía un estado de ánimo dentro de lo que me puedo permitir? ¿Qué hago entonces con todo el endeudamiento y falta de ingresos que provoca que mi estado de ánimo sea de depresion?.
Vivimos en un país cuya situacion es similar a un cocktail explosivo: sufrimos un ingente endeudamiento (el del sector público es relativamente bajo; el de empresas, particulares y sector financiero desorbitado) y no llegamos a fin de mes con nuestros ingresos. El déficit por cuenta corriente, diferencia entre lo que compramos y lo que vendemos, sumado a las transferencias netas de los inmigrantes que viven con nosotros a sus países de origen, no se equilibran ni de lejos con el dinero que nos dejan los turistas. Es decir, necesitamos que todos los días nos presten más dinero.
¿Qué nos diría Vicens Castellano, del programa ajuste de cuentas, si nos analizase como país?. Seguramente que tenemos que conseguir un trabajo mejor, algunos miembros de la familia renegociar las deudas y apretarnos el cinturón. Y en ese orden.
Mucha gente confunde cuales son los sectores tractores en este país, aquellos que dan de comer a los demás.  Y no son ni más ni menos que aquellos que nos traen dinero de fuera, es decir, exportaciones y turismo. La construcción no es un sector tractor salvo que vendamos casas a extranjeros o consigamos subirlas a un camión y enviarlas fuera. No importa el número de puestos de trabajo que mantenga, es un dinero que como país ya tenemos. ¿Por que mucha gente considera que lo ha sido y no se da cuenta que ya no lo es?. En los ultimos años otros países, fundamentalmente europeos, nos han prestado ingentes cantidades de dinero para construir. Ahora ya no nos prestan más y nos piden que lo devolvamos, cosa que no podemos.
Traslademos esto a un ejemplo de una familia numerosa. Los padres trabajan fuera de casa, los hijos no, y les dan una especia de "paga" por trabajillos para mejorar la casa. La familia tiene un hipotecón que ya no puede pagar. Pero para mantener contentos a los hijos y que puedan tener un dinerillo para sus cosas les encargan que les construyan una magnífica librería de madera noble en el salon. Seguro que los chicos lo hacen muy bien y se ganan su dinero pero ¿ahora que la familia no tiene un duro es lo más inteligente gastarse el dinero en comprar maderas nobles y otros utensilios caros? ¿No sería mejor como mal menor que hiciesen nada? ¿No habrá que primar monetariamente a todo aquello tendente a generar nuevos ingresos? ¿No podrían formarse para conseguir un puesto de trabajo? ¿O buscar como emprender un negocio propio?.
Sorprende como ciertos agentes sociales priorizan el incremento del gasto público como una bondad en si misma, sin tener en cuenta la enorme diferencia en eficiencia entre diversas partidas. Con esto no quiero decir que hay que eliminar el gasto social, para criticar este post hay que hacerlo de forma más elaborada. Me refiero a planes que se denominan con una letra del abecedario o ayudas a reformas del parque de viviendas actual. Es un gasto INUTIL es estos momentos. ¿Qué ayuntamiento no ha sugerido hinchar los presupuestos de las obras para dicho plan a sus proveedores habituales dejandoles muy claro que es la única forma de que cobren y haciendo unas grandes quitas en las deudas actuales?.
Si queremos mejorar nuestros ingresos debemos mejorar nuestra balanza por cuenta corriente. Para ello los caminos fundamentales son la mejora de productos y servicios (I+D+i, formacion), la mejora de nuestras estructuras comerciales en otros países (si vas a las Camaras de Comercio y pides un listado de empresas extranjeras a las que puedas vender tus productos ¡TE COBRAN!, el ICEX es una broma comparada con los países con los que competimos, es como si quisiésemos vender algo y no invirtiésemos en tener un buen escaparate y unos buenos vendedores), las infraestructuras para el comercio y transporte (desde puertos, aeropuertos, carreteras, conexion a internet... aquí algo mejor estamos)... Y estos nuevos ingresos son los que seguramente darán de comer al sector interno.
Volviendo al ejemplo de la familia es como si nuestros progenitores fuesen administrativos y los de la casa de enfrente ingenieros. Los ingresos no son los mismos y el tren de vida tampoco puede ser igual. No nos podemos permitir los mismos lujos ni tampoco el mismo nivel de cobertura de necesidades básicas. Ahora bien, esto es así en estos momentos, lo cual no significa que no se pueda modificar esforzándonos en el trabajo y aumentando la formación, o montando un negocio propio.
En este sentido, recuerdo hace años una conversación con un sindicalista que me decía que no entendía el porque los sueldos de los trabajadores en este país tenían que ser más bajos que los de Alemania, ya que el diferencial de formación segun su critero era mínimo, y que siempre se argumentaba que los esfuerzos los tenía que hacer la clase trabajadora. A mi juicio la explicación es muy simple: porque lamentablemente no tenemos el mismo nivel de empresas que allí. Un camarero aquí o en Suecia hace basicamente lo mismo, pero allí le pueden pagar mejor porque las empresas tractoras de ese país permiten un mejor nivel de vida. Con lo que la conclusión en obvia: el apoyo a empresas tractoras exportadoras (que no deslocalicen) y a nuevas industrias con valor añadido debe ser TOTAL. La solución esta en el sector exterior.
Alguno me dirá que todo esto es muy bonito pero a ver que hacemos con la deuda actual. Por un lado habría que tratar apretarse el cinturón, por lo menos en cuanto a importación de productos. Por otro tratar de ser imaginativos. ¿Cuántas urbanizaciones completas o casi en zonas costeras se pueden transformar en lugares de descanso y cuidado para personas de la tercera edad del norte de Europa con letreros en sus idiomas, trabajadores de cara al público de sus países de origen, sus periódicos, televisión...?. Si nos sobran pisos ¿por qué no los vendemos fuera?.
Conclusión: naturalmente que debemos remar todos juntos para salir cuanto antes de la situación actual. Ahora bien, si remamos en dirección a la cascada el resultado más probable es un accidente. Previamente hay que saber cuál es la dirección correcta o por lo menos por dónde no ir, y creo que no es demasiado complicado.

 


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