Entendiendo la arquitectura como un relato que renueva el paisaje, el diseño del hotel Songjiang resuelve la adversidad que presenta el terreno, integrándose a su geografía sin generar impacto negativo sobre el sitio.
El proyecto se organiza revistiendo parte de la superficie vertical de una cantera de 100 metros de profundidad que contiene un lago natural en su interior. Un hall situado sobre uno de los lados de la plaza que conecta el acantilado con la carretera se eleva lo necesario para dar paso al visitante. Este resulta el sitio más alto del hotel.
Desde este punto, el edificio desciende hasta la superficie del agua adosado a las paredes del acantilado. La única cara visible desde el exterior es la fachada de vidrio, que cae en forma de cascada hacia el interior del hoyo.
Ubicado en la región de Shanghai, China, el hotel puede albergar más de 1.000 personas en las 400 habitaciones disponibles. El programa incluye además bares, restaurantes, salas de convenciones y todos los servicios de un hotel de alta gama.
El agua tiene un rol trascendente en el diseño, que alterna acuarios y cascadas, pero además, un programa de desarrollo sostenible utiliza el agua para producir energía a bajo costo. El edificio también aprovecha los recursos geotérmicos, la cantera proporciona una importante fuente de control de calor.
El proyecto desarrolla un concepto que bien podría aplicarse para intervenir en superficies excavadas de áreas suburbanas, frecuentes en ciudades en vías de desarrollo, para transformarlas en un entorno agradable mediante el desarrollo de programas sociales.
“Sacamos nuestra inspiración en el entorno en sí cantera, adoptando la imagen de una colina verde en cascada por la cara de la roca natural como una serie de terrazas ajardinadas jardines colgantes.” Martin Jochman, estudio Atkins
Publicado en TECNNE ©Marcelo Gardinetti
Cite: “Marcelo Gardinetti, Apropiarse del sitio ; Tecnne”