¿Se le puede sacar más partido y con tanto estilo a 34 m²? yo creo que no. La clave son los techos altos, que han permitido crear una zona de descanso en un nivel superior, dejando espacio libre para el resto de lo necesario, cocina completa, comedor, salón y zona de estudio.
Reconozco que no debe ser nada fácil vivir en estas condiciones a largo plazo, pero es una alternativa perfecta para un joven, en lugar de compartir un piso de estudiantes y tener así su intimidad y su espacio propio.
La cocina es la joya de la vivienda desde mi punto de vista, de líneas sencillas, sin tiradores, en madera natural y completamente equipada. Destaca especialmente ese contraste entre la cálida madera y el blanco roto y las baldosas de la pared, es una combinación muy elegante.
El resto del minipiso se divide en salón comedor, el pasillo que hace las veces de zona de estudio, vestidor y zona de almacenaje y luego la cama, situada en una doble altura sobre el cuarto de baño. ¿Qué pensáis, podríais vivir ahí? ¡Feliz miércoles!
Vía: Entrance