Revista Historia

APROXIMACIÓN A LA MASONERÍA GIJONESA DE LOS SIGLOS XIX Y XX (1ª Entrega)

Por Vguerra
APROXIMACIÓN A LA MASONERÍA GIJONESA DE LOS SIGLOS XIX Y XX (1ª Entrega)

Hace diecinueve años presenté al premio Rosario de Acuña, un pequeño trabajo sobre la masonería gijonesa de los siglo XIX y XX. Era una aproximación y fruto de mis primeras inmersiones en la historiografía masónica asturiana, tras casi dos años de trabajo en lo archivos  de Salamanca y  el Archivo Histórico de Asturias.De esa entrega saqué adelante una pequeña aproximación como digo, premiada  por el IES Rosario de Acuña, en su ya prestigioso premio en memoria de la librepensadora cuyo nombre porta el Instituto.El trabajo fue publicado por el Ayuntamiento de Gijón  por medio del Ateneo Obrero de Gijón en su colección Folletos del Ateneo. Cuadernos de Historia, en Septiembre 2001.Hoy dicha obra esta agotada y es inencontrable , de ahí que entregue esta trabajo en este querido blog dedicado a la masonería en Asturias, y lo haré mediante la publicación de una serie de entregas, hasta completar la entrega total de la obra.

Que ustedes lo disfruten.
1.- Introducción.
Sì partimos de la imaginería que ya de por sí tiene un movimiento o asociación secreta o “discreta” (como gustan de decir los masones)unido a la parafernalia de un régimen que durante casi cuarenta años difundió la idea del contubernio judeo–masónico y marxista, como la fuente de la cual provenían todos los males que padecía nuestro país, todo ello generó una escenografía individual y colectiva, que ha conseguido en buena parte desdibujar casi por completo el sentido y el fin de la masonería. Enterrando en el olvido colectivo, algo que ha constituido, queramos o no, parte de la historia española de los dos últimos siglos.

Ante tal yacimiento historiográfico diversos investigadores se han lanzado a escudriñar en el filón de temas y subtemas que aún quedan por desvelar en toda su profundidad, que van desde la influencia socioeducativa de la masonería en la sociedad, al influjo que en su propio desarrollo tuvieron las persecuciones que sufrió, como fue el caso español . Tal es la importancia que dicho estudio está teniendo, que hoy se pueden contar hasta ocho Simposios[1], e innumerables los encuentros y jornadas que se han celebrado en España sobre dicha temática. En los cuales se ha hablado de masonería y política, de masonería y religión, y de la relación de la masonería en los movimientos libertadores o independentistas de Iberoamérica...etc. Uno de los temas que aún queda pendiente por desarrollar son las denominadas “masonerías regionales”, que aún cuando está desarrollado un capítulo importante dentro de la bibliografía española, promovidas en parte por historiadores miembros del CEHME, aún queda mucho trabajo por desarrollar.Una de esas masonerías regionales, que es un terreno medio virgen en cuanto a su estudio, es la masonería asturiana, que ha tenido uncontenido desarrolloen los foros internacionales del CEHME, conpequeñas aportacionespor parte e los profesores Victoria Hidalgo, Amalio Calvo Díaz, Victor Guerra e Ivan Pozuelo Andrès[2]. El cómputo general de la bibliografía regional existente hasta el momento sobre dichos temas, se completa, aparte de las ponencias ya reseñadas, con algunos artículos en prensa y revistas[3] y sobremanera al trabajo de la profesora de la Universidad de Oviedo Victoria Hidalgo con su libro “La Masonería en Asturias en el siglo XIX[4], que abrió la espita de la investigación masónica en Asturias, y siguiendo esa línea de investigativa,se cuenta en estos momentos con otra recienteaportacióncon un trabajo sobre la masonería en la Comarca de la Sidra.[5]Abordar pues la historiografía de la masonería asturiana, es una tarea atrayente, pero enormemente difícil, y más, si no damos un pequeño repaso a lo que algunos autores entienden masonería o los propios masones explican sobre su Orden, y que nos puedan no sólo ilustrar sino también situar sobre las bases conceptuales de lo que francmasonería significa.En 1893 El Grande Oriente Nacional de España se expresaba de este modo:“La francmasonería no es una religión positiva, ni una escuela filosófica, ni un partido político, rechaza todo exclusivismo, y su doctrina y sus principios son universales, puesto que en lo fundamental convive con los dogmas, principios y doctrinas de todas las religiones de todas las escuelas, de todos los partidos. Reconoce y proclama la armonía de los mundos, creada y sostenida por el Gran Arquitecto del Universo (G\A\D\U\[i]). (NOTA)[6]. EL Gran Arquitecto es causa eterna, ley primordial y Suprema Razón del Universo...”[7]Daniel Bresniak (historiador masón), define lo que él entiende por la conjunción de una serie de masones reunidos en tono al tal taller :“...Una logia abierta... busca la heterogeneidad. No deja instalarse una ideología obligatoria, Trabaja cuestiones y no recibe ninguna respuesta como definitiva. Está compuesta de racionalistas, intelectuales y artesanos, de pobres y ricos, de simpatizantes de izquierda y de derecha... Vive también la vocación esencial de la Orden masónica, definida en las Constituciones de Anderson[ii]. La Francmasonería tiene por fin reunir a personas que sin ella hubieran seguido ignorándose. Ella rompe los desniveles sociales, profesionales e ideológicos. Ella funde. Cumple así la función de Hermes: franquear los límites, constreñir a los hombres y a los dioses a negociar”. [8]Podríamos decir, por tanto, que la masonería es una “actividad” de esclarecimiento permanente mediante un método que desarrolla la introspección. La especulación simbólica y la profundización, no solo en lo personal y desde lo individual, sino también desde lo colectivo profundizando en aquellos temas que preocupan al hombre y a la sociedad, y todo ello en torno a un espacio que se denomina templo [iii]o logia. [iv]Esa reunión de hombres que tienen un mismo sentir frente a ellos mismos, y tienen una peculiar perspectiva en cuanto al trabajo personal y social, es la que ha originado un tipo de organización que trabaja bajo los métodos antes citados, es lo que hoy se conoce como Masonería.Se podría seguir dando cientos y cientos de definiciones, pero todas de alguna forma, giran esencialmente sobre los mismos conceptos, aunque en la realidad haya interpretaciones que generan toda una praxis de relación y entendimiento con la sociedad en función de Obediencias, de los Ritos, y de la propia configuración de los talleres, que conlleva necesariamente una serie de comportamientos y de aptitudes que los historiadores, masones y no masones, se están encargando de sacar a la luz. A pesar de ese esfuerzo de hacer entendible la historia de la masonería, de profundizar en el grado de penetración social en Asturias, aún queda por sacar a la luz varios capítulos, tal vez los más esplendorosos de la francmasonería asturiana. Una historia que se ha hecho, en parte, por autores ajenos a ella y también por historiadores pertenecientes a la propia familia masónica, -como dice la profesora Gómez Molleda[9]- en ocasiones todo ello “ ha sido campo abonado para las fantasías históricas y revolucionarias”. Tan cierto es, que hay quien quiere retrotraer históricamente el nacimiento de las logias al confín de los tiempos, aunque existen posturas más cautas que exponen que el nacimiento de la masonería en Asturias arranca con el Trienio Liberal, y exponen como avanzados masones a personajes de la talla de Rafael del Riego, Cangas Argüelles, Argüelles, Flórez Estrada, o Evaristo San Miguel,[10] llegando a incluir en dicha nómina, además de los anteriormente citados, al mismísimo Jovellanos como reconocido masón. Pasando muchos de ellos, con o sin razón, a estar presentes en la iconografía masónica. De las pocas noticias contrastadas que se poseen con relación a esta primigenia actividad masónica, hecha en Asturias o por asturianos, es en los comienzos del siglo XIX, y son las correspondiente a un natural de Alesga, estudiante de derecho, que estaba adscrito a una logia de Cádiz y la temprana aportación a la historia masónica de la ciudad de Gijón con dos autóctonos, los hermanos Joaquín y Pedro Cifuentes,[11]naturales de dicha villa y con residencia en la capital de España, que en torno a 1810-1812, estuvieron adscritos a bonapartista logia madrileña Beneficencia Josefina.Siglo adelante se irán configurando en la región dos masonerías articuladas como tal. Una en la última mitad del siglo XIX, y la otra en el primer tercio del siglo XX, ambas dos, con sus distintos altibajos e incidencias, arrojan dos tipos de masonería distintas, y por ende, dos perfiles de masones con diferenciados rasgos muy determinados por la época histórica que a cada uno le tocó vivir. Las convulsiones políticas en que se vio envuelta la sociedad asturiana en ambos períodos, afectaron, como no podía ser menos, de forma determinante al desarrollo de la francmasonería en Asturias.Victor Guerra.



[1]El Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española. (CEHEME) Constituido en1984, y presidido por el prestigioso historiador J.Antonio Ferrer Benimeli, lleva organizando ocho Symposiun de Metodología Aplicada a la Historia de la Masonería Española. En el año 2000 se celebró en el mes de Octubre en Segovia el IX Symponsiun, donde el autor de este trabajo presentó la ponencia: “Aproximación a la masonería Asturiana del siglo XX.[2] Victoria Hidalgo.:“La represión masónica en Asturias”.1ºSymposiun. Zaragoza, 1989. Amalìo Calvo Díaz “ Masonería y esoterismo. Otra visión de la crisis moderna desde la psicología”. VIII Symposiun. Barcelona 1997.Víctor Guerra.: “Aproximación a la masonería asturiana del siglo XX” e Ivan Pozuelo Andrés.: “La masonería española en la revolución del 34 y la guerra civil española”. IX Symposiun. Segovia 2000.[3] Victor Guerra, ha escrito diversos artículos en los distintos diarios regionales: EL Comercio; La Nueva España; Voz de Asturias; y en revistas como Antorcha (Avilés); Minerva (Barcelona); o Delta (Madrid); o Boletín de Amigos de Ribadesella;y La Voz del Occidente   (Asturias)...etc. [4] Esta obra fue premiada con el prestigioso PremioJuan Uría Ríu (Oviedo 1985)[5] Guerra, Víctor: La masonería en Asturias 1850-1938 (Los francmasones de la Comarca de la Sidra). Etd. KRK. Oviedo 2000.[6] Los superíndices en números romanos, remiten al apartado n°6 sobre términos masónicos.[7] AHN.: Boletín del GOE, Memoria anual. 1873[8]Beresniak,D.: L´apprentiassage maconnnique une école de l´eveil?. La Lavandou. Ed. Detrand. 1983[9] Gómez Molleda, Ma. Dolores.: La masonería en la crisis española del siglo XX. Editorial Universitas.[10] En el “Diccionario Enciclopédico de la Masoneríade Frau y Arús. Se recoge la cronología de los Grandes Maestres , en la cual, encontramos a Rafael del Riego como Gran Maestre en el año1821. Manuel Moreno de la Universidad de Sevilla en su trabajo “La masonería Española ante Blanco Wite”, da como reconocidos masones a Canga Argüelles, Flórez Estrada, Argüelles y Evaristo San Miguel , citados por otros autores como declarados masones y que tienen adjudicado un nombre simbólico, trabajo publicado en los anales del III Symposiun de Metodología Aplicada a la Historia de la Masonería Española, “Masonería Política y Sociedad”. Córdoba, 1987 [11] Joaquín era Oficial del Ministerio del Interior, casado con 47 años, iniciado el 17 de Mayo de 1810, 1º experto el 19 de Septiembre y 2º Vigilante en Junio de 1811, Pedro era Tesorero general, con residencia también en Madrid, viudo de 50 años, iniciado en febrero de 1811 y tesorero de la logia en Junio de 1811. Datos todos ellos aportados por Ferrer Benimeli en su trabajo sobre “ Masones asturianos en la Cuba y Puerto Rico del siglo XIX” Revista Astura. N°4


[i]: G:.A:.D:.U:.. Gran Arquitecto del Universo, símbolo de Dios para algunos masones; el Principio Creador para otros, para todos la Ley. En 1886 en la Revista La Luz (periódico librepensador) del que era director Rosendo Arús Arderius, comentaba: “en nuestro concepto, la masonería, no debe ser como tal sociedad , ni atea ni deísta. Déjese a dios (sic) para las controversias y dictados de la fe sobre todo de sociedades que, como la masónica dicen tener un objetivo en la tierra, con exclusión e independencia de toda finalidad religiosa y váyase directamente, sin provocar dificultades y obstáculos a la consecución de ese fin, que se dice ser el planteamiento de la libertad, de la igualdad y la fraternidad entre los hombres”.

[ii]Constituciones de Anderson. Las Constituciones son reglas y tradiciones a observar por una obediencia, que junto con los Reglamentos Generales, constituyen la ley del francmasón afiliado a ella, y por tanto es un documento fundamental enla Masonería. Su estudio es la pieza clave para la comprensión de la francmasonería. Anderson fue un pastor presbiteriano londinense, que con motivo de la reforma de la francmasonería en Inglaterra, fue nombrado en 1721 para informar con otro notable masón: Desaguliers, sobre los trabajos anteriores de otro masón Jacobo Payne y así se fueron constituyendo diversos trabajos que fueron aprobados por las 20 logias que en aquél momento estaban constituidas en Gran Logia, queda pues como un texto básico de la Ley Masónica, y que está compuesto de tres partes: 1ª/ Desarrollo Histórico; 2ª/ Desarrolla los deberes de la masones y las reglas que han de regir en la Institución Masónica; 3ª/ Contiene cuatro cantos masónicos.
[iii]Templo. Para el masón es el ideal a realizar, es decir, el Templo de Salomón que jamás se acabará de construir. En su acepción alegórica para los masones es la imagen y la representación del Universo y de todas las maravillas y perfecciones de la creación. Fuente de luz y de verdad que la francmasonería ha adoptado como prototipo para la enseñanza y la aplicación simbólica de sus doctrinas. También se llama templo al local donde se reúne una logia
[iv]Logia. Está compuesta por cinco maestros que desempeñan los siguientes cargos: Venerable, 1º Vigilante, 2º Vigilante, Orador y Secretario, luego estaría la Logia perfecta compuesta por siete o más hermanos masones; Triángulose llama a un taller masónico, en el cual por su escaso número de efectivos o miembros no puede llegar a ser logia Pueden constituir un triángulo un mínimo de tres masones entre los que al menos debe haber un Maestro

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