Revista Literatura
Las cartas estaban marcadas
El juego tenía ganador
Un tahúr de tan mal arte
Se posicionaba en mi interior.
Sin dinero, solo apuestas
De amores y de rescates,
Que tras esos escaparates
Se abren y cierran puertas.
El arma estaba cargada
Salió a mi encuentro
Y desde aquel momento
Vi mi vida apagada.
Es el juego de la vida
La ruleta dijo muerte
Y no hubo gran suerte
Ya que aquella partida
Estaba ya ganada.