Somos carne de apuesta, todos sin excepción. ¿Quién no ha hecho una quiniela? ¿O quién no ha hecho una porra con los amigos para apostar sobre algún tema descabellado? –no sólo de fútbol vive el hombre-, cuanto más peregrina sea la idea, más gente está dispuesta a jugar unos euros, simplemente por diversión, y tener algo de qué hablar mientras se toma un café con los amigos.
En mi caso, además de las porras que hacíamos sobre los partos de nuestras compañeras de trabajo (no acertaba ni la madre, la verdad…menos mal que el bebé no podía apostar), organizábamos todo tipo de apuestas. Hubo una en la que apostamos sobre quién, de entre: Frank Sinatra, la madre Teresa de Calcuta o Juan Pablo II vería antes al altísimo y tampoco ganó nadie, porque ninguno consiguió entrevistarse con Pau Gasol.
Las apuestas dan emoción a cualquier evento, consiguen que cada uno de nosotros se emocione y disfrute de cada minuto. Porque un partido de fútbol Madrid-Barcelona, o una final de la NBA Miami Heat – Los Ángeles Lakers siempre tiene aficionados gritando, pero; ¿qué sería de un partido de baloncesto Palencia-Huesca (además de para los familiares de los jugadores), sin alguna apuesta con la que tener motivos para desear con todas las fuerzas que se falle algún tiro libre? Pues algo bastante frío ¿no? Sobre todo si juegan en invierno que bajan de cero grados seguro. Espero que el tanteo sea más alto…
Estoy convencido de que con una buena apuesta incluso una monja babeará, gritará y saltará viendo una partida de ajedrez entre alevines, la imagino vociferando poseída por el frenesí: “Mata a ese caballo, destrózalo, quiero que le cortes la cabeza al rey”… mejor no llevarla a un combate de boxeo a Sor Mary Ann Rapp que robaba iglesias para irse al casino a gastarlo.
Hoy en día han proliferado las casas de apuestas y se facilita mucho la tarea de jugar unos euros como aquí y pasarlo bien. Sobre todo si te han tocado unos compañeros de trabajo sosos que te miran con mala cara si les propones apostar algo con algún partido de la champions, o con cualquier otro evento deportivo que te guste. Además ten en cuenta que la información es poder y si te puedes informar de cualquier pronóstico deportivo siempre será más fácil que puedas ganar en cualquier porra, aunque si ya tienes la información lo mejor es invertirlo jugando online, que así no tienes que ponerte corbata como cuando vas a un casino -yo es que odio las corbatas-.
Me gusta que se pueda apostar por un partido de la NBA, o de la Permier League, o de tenis, aunque echo en falta apuestas más “inusuales”, por ejemplo:
- ¿Cuántos políticos dimitirán antes del verano? Aunque se puedan poner muchos resultados, va a ser cosa de uno o ninguno…¿qué te apuestas?
- ¿Cuánto tiempo tardaré en romperse algo Juan Carlos I? En meses, ya te digo que será un número menor de 10.
- ¿Quién va a vivir más: La Duquesa de Alba, o la crisis? Me dan miedo ambas cosas…
- ¿Cuántos balones No le darán a Cristiano Ronaldo? O formulado de otra forma ¿Cuántos balones de oro le darán a Leo Messi?
- ¿Quién puede mojar más pan en una salsa: Falete o Chicote?
- ¿En qué asalto perderá Mike Tyson contra Ángela Merkel? ¿Y cuántas orejas mordidas se llevará el púgil?
- ¿Encajará alguna vez Sergio Ramos el balón en la Estación Espacial Internacional?
En cualquier caso esta duda y cualquier otra que tengo sobre apuestas y juego online la he resuelto mirando en este foro de Centroapuesta.
Y voy a ir afinando que nunca se sabe cómo te puedes hacer millonario, como el que apostó por Lewis Hamilton cuando apenas era un chavalito y se forró cuando se hizo campeón del mundo de Fórmula Uno. Espero ser yo el próximo y mientras tengo de qué hablar.