1.- Se presentaban 2 equipos de trayectorias inversas que les han hecho llegar a la misma zona de clasificación, media pero mirando de reojo la permanencia, sin fuelle para aspirar a Europa. Ambos equipos han compartido entrenador, Aguirre y algún jugador, Sergio García. Partían con la baja de sus jugadores de más calidad, Apoño por parte de los locales y Verdú por los visitantes, ambos con la vitola de la irregularidad por bandera pero imprescindibles en sus equipos para darle criterio a la salida de balón y abastecer a los puntas.
2.- Buenas actuaciones de los porteros, también cuestionados por las aficiones (en equipos así, todos los miembros de la plantilla acaban siendo cuestionados por uno o por otro motivo). Roberto destacó sobre todo por sus reflejos y Casilla por su seguridad en las salidas. Hubo pocas tentativas de gol pero acabaron siendo los más destacados y máximos culpables del marcador.
Javier Aguirre
3.- Las defensas se impusieron a los delanteros. En los locales, una vez más, Paredes se incrustaba como parche en el centro de la defensa, los visitantes venían con su defensa titular. Ambas se mostraron seguras y dominando las situaciones en las que les intentaron poner en peligro. La defensa blanquilla estuvo bien midiendo las carreras de los delanteros pericos, especialmente acertado Álvaro con Sergio García y la espanyolista no se dejó amedrentar por el juego aéreo y la capacidad rematadora de Helder Postiga.
4.- El principal motivo del flojo nivel futbolístico exhibido fue la confección y actuación de los mediocentros de ambos equipos. El Real Zaragoza salió con Movilla y Adam Pinter que aportaron en tareas defensivas pero no supieron darle una salida aseada al balón. Movilla lo intentó sin éxito, se encontró demasiado sólo, su compañero Pinter, central reconvertido, tiene buen juego aéreo y posicionalmente es correcto pero con el balón en los pies no consigue trascender.
Aguirre, para el Espanyol sacó un trivote más pensando en anular al rival que en construir, Forlín, Baena, Víctor Sánchez fueron una pared imposible de superar por parte de los zaragocistas. Su actuación en ataque fue bastante más discreta dada su incapacidad para mover el balón y para mandar balones en condiciones a los delanteros.
Como se ha indicado al principio, ambos equipos echaron de menos a sus jugadores referencia, Apoño y Verdú, a buen seguro que habríamos visto un partido distinto con ambos sobre el campo.
5.- Los ataques tuvieron una actuación entre discreta y mediocre. Las razones para ello fueron una mezcla de los pocos balones en condiciones que les llegaron y de incapacidad para generar, con ellos, situaciones claras de gol. Jimenez apostó por una línea de 3 con Montañés, Víctor y el reconvertido Zuculini (este jugador no puede situarse tan arriba, tiene condiciones para ser titular, pero no de mediapunta por la derecha), arriba del todo Postiga, que intentó proporcionarle al equipo segundas jugadas bajando pelotazos.
Por parte del Espanyol, Simao abría el campo por la izquierda, Stuani por la derecha, como un 2º delantero (tuvo la mejor ocasión del partido, que desbarató Roberto) y Sergio García como punta, combativo pero poco acertado.