Revista Diario

Apuntes para el Chiquinini

Por Mamareciente
Estas son unas anotaciones que se me ocurren ahora para contárselas al Chiquinini cuando sea mayor.Un popurrí de cosas.
No es nada chocolatero, ¡a no ser que se trate de chocolate negro!, le gustan mucho el queso (como a mi), las gambas, y curiosamente le encanta el café ( si me descuido se toma mi descafeinado a cucharaditas).
Le gustan los cuentos, los puzzles y pintar, pero con lo que más se divierte y entretiene es con los Mega Bloks, tipo Lego. Yo que creí que no era capaz de estarse quieto nunca, con este juguete se pasa buenos ratos. Hacemos grúas, aviones, castillos, puentes, caballos…ayer me pidió que le ayudase a hacer un elefante!
Hasta ahora no prestaba mucha atención a los dibujos, pero todo llega. Es gracioso verle tan atento, a veces sonriendo y a veces riendo a carcajadas, como cuando a la hermana de Caillou no le sale el castillo de arena. Se parte. Tiene claro qué dibujos le gustan y cuáles no.
Habla por los codos. A veces necesita la traducción de sus padres, eso sí, pero hay que ver lo que charla, lo que entiende y cómo se explica. A veces le sale ya un tonito un poco exigente y me suelta un “pero ome mamá!” (pero hombre mamá!). Ummmm…
A veces habla como un alemán, dejando el verbo para el final y otras veces habla como un inglés, colocando los adjetivos antes que los nombres y cosas así. Por cierto, hay un día a la semana en que tiene inglés en la guardería. Dicen que le gusta mucho y ni pestañea. Qué garcia me hace.No creo que aprenda mucho en media hora semanal, vamos nada, no pasará de "good morning" y algún color, pero le gusta.
Volviendo al tema del lenguaje lo cierto es que cada vez habla más y mejor. Ya sabe usar los pronombres: tú, yo, mío. Habla de él en primera persona: “A mí sí me guta”. Construye frases completas y cada vez más largas.
Me resulta muy gracioso cuándo me pregunta “¿Qué es eto?” muy sorprendido o “mamá, qué haces?”. Algunos verbos, lógicamente, los conjuga mal: no cabo, yo no sepo, etc. Todo esto ha sido un avance increíble del último mes aproximadamente.
Ya no es necesario adivinar siempre lo que le pasa, porque puede explicarse: tengo frio, quiero cenar, hoy no me quiero lavar el pelo, pupa en la garganta, he jugado en el tobogán con Rubén, he visto un avión grande, quiero la leche en el biberón azul, etc.
Su canción favorita es el Cumpleaños Feliz. Claro, en la guarde cada dos por tres cumple años algún niño. Ya se va arrancando a canturrear, porque antes le gustaba bailar, pero de cantar nada de nada,
Como niño que es tiene mucha imaginación. Ayer me hizo gracia en la bañera, cuando cogió la ducha y me dijo, “mamá mira, una serpiente!”. Puede pasarse también un buen rato con una figura de un caballo o un dinosaurio imaginando cosas y charlando con ellos.
Me pregunto cuándo ha aprendido a tener picardía. El otro día compártíamos él y yo un yogur, y para que su padre no se apuntase al festín le dijo "papá tú no queres, tá malo"
He escrito en varias ocasiones sobre las preocupaciones o el cansancio, y rara vez sobre la felicidad que siento. Un hijo lo compensa todo, pero esa parte es difícil de explicar, al menos para mí, sin que suene a frase hecha o a ñoñería. Es fantástico y emocionante verle crecer, aprender, descubrir, lograr cosas nuevas, verle feliz, jugando, bailando, dándome un beso o un abrazo, un “buenos días”. Hay momentos en los que se me saltan las lágrimas de emoción, una que es boba.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas