Definitivamente el Estado capitalista ha creado las condiciones necesarias para que el sistema de dominación sea mucho más poderoso que en épocas pasadas.
No cabe duda de que el aumento del paro en estos últimos años -después del 2007 sobretodo a raíz de la crisis económica en el Estado español- va a favorecer los planes de dominación sobre las clases populares y en este caso las más humildes y con menos recursos económicos para afrontar los retos que impone la vida cotidiana, éstas dependen de las limosnas y de la caridad en forma de ayudas por parte del Estado.
La estrategia utilizada por el Estado capitalista para que de forma permanente exista una masa de desempleados -alrededor del 25% de la población activa en el Estado español en la actualidad- suponen nuevas formas de condicionamiento sobretodo para los trabajadores asalariados y desempleados, que se ven inmersos en unas circunstancias cada vez más desfavorables tanto socialmente como económicamente para su desarrollo personal y colectivo y que afectan de manera considerable su modo de vida.
La imposición por parte del Estado capitalista de un sistema de dominación cada vez más fortalecido por las condiciones que impone a las clases populares se demuestra al crear sus leyes y normas de conducta a la población, una masa de trabajadores desempleados sirven al Estado capitalista como un posible recambio para el asalariado más o menos permanente y para su explotación, el trabajador asalariado se convierte en un ser temeroso de perder el empleo y acepta la mayoría de los condicionantes que le impone el patrón. Se divide a la sociedad en una nueva clase, se forja el Neolumpemproletariado a partir de la crisis económica como clase mayoritaria que compite con la clase trabajadora, para hacer de esta sociedad una sociedad mucho más inhumana, violenta y corrupta.
Las circunstancias que ha creado el sistema capitalista son las que sirven para que el hombre no pueda ejercer sus derechos e intentar salir de la esclavitud en la que se ve sometido, una esclavitud que se consolidará si el hombre no recupera su dignidad como ser sometido y explotado, es decir, su conciencia de clase, para poder ejercerla y partir de ésta crear una conciencia social que implique a la totalidad de la sociedad.