Revista Filosofía

apuntes sobre la desigualdad parte II

Por Alejandro Paredes Jara @alejoparedesj

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En el articulo anterior esbocé algunas preguntas generales que guían mi reflexión acerca de la desigualdad al interior de las sociedades humanas, tratando de descubrir el porqué prácticamente en todas las sociedades complejas se generan procesos de diferenciación interna que desembocan en la existencia en grupos que concentran poder y privilegios en contraste a otros grupos, por lo general mayoritarios en número, que carecen de poder y se encuentran subordinados a los intereses de los primeros. Sin duda se trata de un problema teóricamente complejo de resolver, y que forma parte del debate ideológico y teórico dentro de las ciencias sociales desde hace por lo menos un par de siglos, y que hoy se hace más vigente por la incapacidad de los Estados y de los sistemas económicos por generar sociedades mas igualitarias o mas inclusivas en cuanto a oportunidades y derechos de acceso a los bienes y recursos que la misma sociedad produce o valora y por que la propia promesa de la modernidad choca con la triste realidad que ella misma ha provocado.

Ahora bien, cabe preguntarse si la desigualdad es un problema legitimo de ser considerado en la ciencias sociales como tal o si en realidad constituye algo “connatural” al ser humano y en particular al ser social y que debe aceptarse como un resultado inevitable del propio progreso y evolución de la humanidad. La respuesta a esta interrogante trasciende a las ciencias sociales y adquiere ribetes filosóficos, éticos e incluso ideológicos, en primer lugar porque hay que preguntarse es si resulta válido y universal aquel principio que plantea que todos los seres humanos somos iguales en dignidad y derechos y que una comunidad humana se funda sobre el principio de que todos deben tener las mismas posibilidades y consideraciones o al contrario, que cada uno construye su propio destino y que el que tiene más es porque se lo ha ganado en justa lid. Como se ve la desigualdad va a ser un problema siempre y cuando partamos del primer supuesto, y consideremos que el segundo forma parte de un discurso que, mediante la exaltación de lo individual, busca legitimar la desigualdad.

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No nos detendremos  por ahora en estos puntos, la idea es sólo es enunciar los supuestos sobre los cuales descasa las construcciones teóricas en juego. Si haremos algunas constataciones sobre el problema en cuestión. una de ellas es que la desigualdad opera estructuralmente, es decir es el resultado de de un orden social que establece mecanismos claramente definidos de acceso y distribución del os bienes y de la riqueza que se produce a través del trabajo de los miembros de ese grupo social, consagrados por leyes y normas explicitas apoyado por la existencia de un sistema coercitivo que obliga a todos los miembros a aceptar este orden de cosas, así como de discurso ideológico que legitima dicho orden. ¿Ahora la pregunta es como se llega a este orden desigual?. ¿En que se basa la construcción de la desigualdad en el seno de nuestras sociedades?.

Otra constatación es que los seres humanos somos diferentes unos de otros, en todo grupo humano, hasta en los más endogámicos, resulta evidente que cada miembro tiene una personalidad, carácter y características físicas, emocionales, cognitivas diferenciables y que dichas diferencias influyen en las relaciones y los roles que cada miembro asume dentro de la sociedad. Algunos tendrán una mayor capacidad de liderazgo, otros mas habilidades manuales y a

rtísticas, algunos tendrán mas habilidades de pensamiento abstracto y otros  tendrán más habilidades sociales que otros,  etc. y enfrentados a diversas circunstancias y problemas algunas de estas cualidades específicas serán mas o menos valoradas que otras. por ejemplo en situaciones de conflicto aquellos que tengan una mayor capacidad de ayudar a la resolución adecuada de los mismos serán mas reconocidos que otros que no contribuyen Esta diversidad,   que tiene una base genética,  puede constituirse en una primera fuente o condicionante de procesos de diferenciación social al interior de las sociedades complejas, por ejemplo quienes logren desempeñar mejor ciertos roles claves pueden reclamar para si mas privilegios o ejercer una mayor influencia sobre el resto del grupo. Pero podría caber aquí la pregunta ¿por qué el resto del grupo permite que algunos concentren mas poder, privilegios y derechos en desmedro del resto?. La respuesta puede estar dada por el carisma del líder o por la necesidad que siente el grupo de recompensar cierta labor o acción , por ejemplo guiar al grupo durante  un conflicto armado o demostrar tener un poder especial para convencer al resto, o para comunicarse con los espíritus y preveer el futuro, etc. Incluso la simple capacidad de administrar bien o de dictar justicia, en fin, se deduce que ciertos roles claves fueron adquiriendo más importancia que otros y esto se tradujo en obtención de mas privilegios.

 

señor azteca

Pero aún asumiendo que este argumento fuese correcto, no resulta suficiente para explicar la conformación de una estructura social sistemáticamente desigual. En cualquier sociedad los miembros con mayores privilegios dependen del aporte de los grupos subalternos, porque la riqueza y el poder no se crean solas, no se encuentran en la naturaleza, sino que se crean dentro del marco de las relaciones sociales que involucran una distribución desigual de los bienes. Incluso el uso libre del tiempo es un bien que en la antigüedad era privilegio de unos pocos quienes disfrutaban no tener que trabajar porque había otros que obligadamente lo hacían por ellos, por ejemplo los esclavos. Para que exista desigualdad deben entonces existir una apropiación desigual de lso derechos sobre los bienes socialmente valorados. dicha apropiación desigual solo fue posible en aquellas sociedades que producían excedente y que lograron controlar suficientes recursos, por ejemplo un territorio que debían ser administrados y distribuidos, ya sea como derecho de uso o como producto. En ambos casos el control de los recursos y la producción de bienes siempre fueron parte de un esfuerzo social compartido. Es muy probable que la existencia de excedente obligara a muchos grupos a determinar mecanismos de distribución y que algunos pocos miembros se les asignara una mayor responsabilidad y autoridad para administrar dichos bienes.  Y también es probable que esta situación obligara a los grupos humanos a concebir los derechos de propiedad o uso de recursos y bienes, estableciéndose las bases de un régimen de propiedad que sentó las bases para un posterior proceso de concentración y distribución desigual de los bienes socialmente adquiridos y producidos. Sería interesante entonces estudiar los distintos regímenes de acceso y usufructo de bienes que se fueron constituyendo en diversas sociedades en la antigüedad para poder avanzar de manera mas sistemática en un análisis de este tipo.

Por el momento este ha sido un aporte reflexivo al estilo de un ensayo no sistemático que pretende realizar un aporte para identificar las probables causas de la conformación de sociedades desiguales en la antigüedad, que requiere también enriquecerse con otros aportes y puntos de vista.

 


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