Revista Toros
Lo tenía anotado en esa agenda llena de borrones, destacador y papelitos que suele ser mi martirio diario. Lo tenía anotado, digo, pero hasta que no lo he visto en el facebook no he caído. Hoy se cumplen dos años del debut con los del castoreño de Eduardo Jurado.
Como el que no quiere la cosa, han pasado ya dos años de aquella calurorísima tarde de un sábado 25 de junio, en la que el espigado novillero prieguense, cansado y hasta cierto tiempo astiado con el puñetero sistema, decidió debutar con caballos y con ello, probar a la diosa Fortuna en el escalafón novilleril.
Y lo hizo, vaya si lo hizo, ante un bonito ejemplar de Bernardino Sanz Jimenez, un jabonero herrado con el número 176 y que respondía al nombre de Altanero. El novillo no fue nada del otro mundo, pero para la estadística quedará que Jurado le cortó las dos orejas, sus dos primeras orejas a un novillo, cuya muerte dedicó a su padre.
En fin, que han pasado dos años y Eduardo únicamente ha conseguido torear en tres ocasiones más, todas ellas en su pueblo natal, Priego, demostrando cada vez que tiene un algo especial, un concepto con el que podría ser alguien en este complicado mundo. Tal vez esos años de banquillo y la paciencia con la que se toma las cosas, lo hagan madurar y aprovechar esa ocasión que seguro, le llegará, tarde más o tarde menos.
Lo importante es seguir en la brecha, entrenar y por supuesto, nunca perder el gusanillo.
Lo dicho, feliz aniversario y que pronto te volvamos a ver de nuevo vestido de luces y con los máximos trofeos en sus manos.