Revista Opinión
Esa otra forma de acercarse al fútbol, más allá del día a día, de los diosecillos y los histéricos. Casi todos los meses cae el número de Panenka. Un magnífico intento de acercarse a un fenómeno de masas de otra manera. El número de enero ha sido magnífico. Centrado en Bélgica. Ver más allá del balón. Dos o tres cosas muy interesantes, en la crónica de Chema R Bravo.
No se la voy a copiar entera, porque creo que solo su lectura justifica comprar el número entero. Hay un momento en el que dando voz a Raf Willems, se recuerda aquel fútbol de los setenta y ochenta: "Entre 1978 y 1986, ya era así. La idea era: juguemos sin presión. Jugar para Bélgica era un orgullo. Las noches antes de los partidos se fumaba y se ve bebían cervezas. Al menos, hasta las 23.00. Había una fuerte disciplina de grupo, y no había problemas en compartir incluso un whisky o un cigarro con el entrenador."
Entre 1980 y 1986 la selección belga obtuvo los mejores resultados de su historia