[Aquellas Maravillosas Series] Hermanos de Sangre

Hay muchas películas que han narrado la Segunda Guerra Mundial y sin duda entre ellas destaca Salvar al soldado Ryan, sin embargo a la hora de recordar el desembarco de Normandía a todos nos viene a la cabeza una serie, Hermanos de Sangre, producida como Salvar al soldado Ryan por Steven Spielberg y Tom Hanks.

Como hace unas semanas se celebró los 70 años del desembarco (6-junio-1944) acabé volviendo a ver la serie y volví a enamorarme de cada uno de sus personajes. Hermanos de Sangre no es sólo una serie bélica, es una serie sobre la amistad. La conexión que se crea entre los personajes, jóvenes que luchan día a día en una guerra sabiendo que a cada segundo puede caer uno de los suyos. Ver como el amigo que tiene a tu lado, mañana deja de estarlo. A los espectadores les pasa lo mismo. Nos encariñamos de estos personajes, vivimos la guerra con ellos y luego los lloramos. Más duele incluso cuando caemos en la cuenta de que lo que nos están contando está basado en hechos reales.

Porque la compañía de paracaidistas Easy existió de verdad, porque ellos vivieron todo eso que nos cuentan (claro está con ciertas licencias dramáticas) y les vemos ya mayores relatando cómo pasó todo aquello de verdad, haciéndonos ver que esa guerra no fue ficticia, que ellos perdieron a todos esos amigos y que con el paso de los años han intentado hasta olvidar porque duele demasiado. Esas relaciones entre los soldados, esa amistad, esa química entre actores es algo impresionante porque la manera de tratarla no es nada forzada, parece natural, real. No hay escenas obvias donde mostrarnos el sentimiento de estos personajes, todo surge de manera sutil, algo increíble y que sólo tiene una explicación. El proceso de preparación de estos actores.

Ron Livingston que da vida a Nixon, a través de su video diario mostró cómo fue la preparación para la serie. No se dedicaban a aprenderse el guión, no seguían las meras pautas del director, no se trataba simplemente de dar bien en cámara. Siguieron un verdadero entrenamiento militar, dos semanas donde sin guión ni cámaras, ellos se convertían en sus personajes, donde convivieron como verdaderos soldados (dentro de lo posible claro está). Se convirtieron en la compañía Easy antes del propio rodaje de la serie. Todo esto bajo el mando del Capitán Dale Dye que en su discurso final les aseguró que ese esfuerzo y el compañerismo que había surgido durante esas dos semanas se reflejaría en la serie y así fue.

Quizás de entre todos los personajes, los que más destacan son los del Comandante Richard Winters (Damien Lewis) y el del Capitán Lewis Nixon (Ron Livingston). Sobre todo Winters que aguanta casi siempre todo el peso dramático y es el que conduce al espectador durante toda la serie. La amistad de estos dos personajes es una de las grandes bazas de la serie y una de las más emotivas.

Pero todos y cada uno de estos personajes se ganan su momento de gloria. El bocazas de Guarnere, el misterioso Capitán Speirs, el sargento Malarkey, George Luz y sus imitaciones, el cretino de Sobel, Webster, Lipton, Liebgott…Un sinfín de personajes y de grandísimos actores porque pocos son los actores británicos que no han pasado por esta serie. Hasta Michael Fassbender y James McAvoy tienen su pequeña participación. Incluso Simon Pegg tiene unos breves cameos. Una serie digna de verse una y mil veces, unos personajes construidos a la perfección, unos actores que están soberbios y momentos como este que hacen que esta serie se merezca todos los premios:

[pinit]

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