Jessica Beatrice Fletcher, MacGill de soltera, vivía en Cabot Cove, un imaginario pueblo del estado de Maine, en la costa noreste de Estados Unidos. Era viuda de quien fue el hombre de su vida, Frank Fletcher, y a pesar de que era profesora de inglés un buen día decidió empezar a escribir novelas de crímenes.
Claro que allá por donde Jessica Fletcher pasara ya fuera en su pueblo, en cualquier ciudad estadounidense o en urbes europeas como París o Londres, alguien acababa muerto. No por ella, claro, sino por alguien que al final la señora Fletcher siempre acababa descubriendo. Y, de esos asesinatos encontraba inspiración para sus novelas e incluso la investigación que realizaba para las mismas le llevaron a dar clases de criminología en Manhattan.
A lo largo de doce temporadas y 264 episodios Jessica Fletcher resolvió en Se ha Escrito un Crimen (Murder, She Wrote) muchos misterios ayudando y/o incordiando a la policía pero es que la señora Fletcher siempre era más lista que ellos. Para algo era el personaje principal de la serie creada por Peter S. Fischer, Richard Levinson y William Link que CBS emitió entre los años 1984 y 1996, realizándose cuatro telefilmes entre los años 1997 y 2003.
La actriz británica Angela Lansbury ya era más que conocida cuando decidió interpretar el personaje de Jessica Fletcher, y por él será recordada seguramente siempre y eso que no ha dejado de trabajar ni en cine ni en teatro, siguiendo sobre las tablas a sus casi 87 años. Pero más fama aún le reporto la serie y reconocimiento ya que Lansbury tiene un doble récord: ser la actriz principal de una serie dramática con más nominaciones a los premios Emmy, doce, y a los Globos de Oro, diez, todas por la serie, ganando cuatro de los segundos y, sorprendentemente, ninguno de los primeros. También obtuvo diez premios People’s Choice Award por Se ha Escrito un Crimen.
Pero, aunque Jessica Fletcher fuera la protagonista, hubo varios personajes recurrentes. El más relevante fue el doctor Seth Hazlitt (William Windom) el médico de Cabot Cove y mejor amigo de Jessica; los sheriffs, también del pueblo, Amos Tupper (Tom Bosley), durante las cuatro primeras temporadas, y Mort Metzger (Ron Masak) durante el resto de la serie; el alcalde de Cabot Cove Sam Booth (Richard Paul) o amigos de la protagonista como el investigador privado Harry McGraw (Jerry Orbach) o el agente del MI6 Michael Hagarty (Len Cariou).
Algo que siempre me llamó la atención de la serie fue la cantidad de sobrinos y sobrinas que Jessica Fletcher tenía. El que más apareció fue Grady (Michael Horton) aunque hasta Courteney Cox hizo de sobrina de la señora Fletcher. Y, la lista de invitados especiales es tan extensa que dando nombres como los de Jane Badler, Barbara Babcock, René Auberjonois, Orson Bean, Dirk Benedict, Linda Blair, Eileen Brennan, Amy Brenneman, Jeff Conaway, Joseph Campanella, Jim Caviezel, Chuck Connors o Yvonne De Carlo, me quedo muy corta.
Se ha Escrito un Crimen era un entretenido procedimental con un buen personaje, aunque se metiera donde no le llamaban el 90% de las veces que aún hoy en día se sigue reponiendo y no es de extrañar porque el buen hacer de Angela Lansbury y las historias que se narraban, además de que si una cara te suena de algo seguro que salió en su día en la serie, la han convertido en un clásico televisivo de los años ochenta y noventa, con el aliciente, además, de que cada episodio se puede tomar como un juego para intentar descubrir al asesino antes de que Jessica Fletcher lo haga.
Y, también hizo algún crossover con Magnum (Magnum P.I.), la serie detectivesca protagonizada por Tom Selleck, habiendo algún episodio narrado por Jessica pero protagonizado por el ya mencionado Harry McGraw. Incluso Angela Lansbury hizo doblete haciendo de su prima Emma MacGill.
Siempre le tendré un gran cariño a Se ha Escrito un Crimen y, fijaros si me gusta que en cuanto descubrí que hay libros escritos por Donald Bain, en inglés únicamente, aunque aparezca como coautor de la propia Jessica Fletcher, no dudé en hacerme con alguno. Y, también hay videojuego.
Clásica, sin duda alguna, igual que su sintonía.