Revista Insólito
Recuerdo que la máquina de escribir, desde que un día casualmente comenzase a tomar contacto con ella, siempre me gustó y hasta me llegó a apasionar un tanto. Reconozco que para mí era una diversión escribir a máquina, simplemente por el mero placer de escribir; aunque en muchas ocasiones, lo que escribía, copiado de alguna página de algún libro o acaso del periódico, cuando la hoja de papel –
