Tras el tijeretazo dramático de las tomateras, se ha abierto un debate –apasionante; – ) -en mi entorno : El tomate ¿Se poda o no se poda?
En esas cosas (tanto las trascendentales como las que no) cada maestrillo tiene su librillo. Unos me dicen que no lo han hecho nunca y otros que es necesario hacerlo.
Una cosa es el tomate de cultivo y otra, su pariente, el rebelde. El silvestre.El de cultivo se introdujo en Europa en 1540. Así que , frente a los tiempos anteriores al Imperio Inca (hay constancia de su existencia ), somos nuevos en esto…
El tomate silvestre, crece en la naturaleza (libre de pesadas urbanitas que se empeñan en cultivarlos) y es una planta de las llamadas rastreras ( pocas especies silvestres crecen erguidas y si lo hace, se doblan naturalmente cuando tienen el fruto) que se aposentan en la tierra. Nacen, crecen, se desarrollan y mueren cada año. Las semillas que quedan enterradas bajo la tierra, producirán al año siguiente, otras plantas y así, hasta el infinito, en el ciclo de la vida. Siguiendo esta argumentación y bajo la premisa que la naturaleza es una obra “perfecta” en la que todo tiene su sentido y se mantiene en un magnífico equilibrio…¿Qué hacemos podando las tomateras? .
Ahí está el hombre. Metiendo la zarpa…Se da cuenta que la naturaleza le regala estos frutos y se plantea cómo mejorarlos. Introduce las “prácticas agrícolas” y modifica situaciones naturales de la planta , con el objetivo de que los frutos sean más grandes y mejores …y si puede ser, que se produzcan muchos… A priori, esto no debería ser negativo pero…hablamos del hombre…Y , se pasa de un huerto de un tal Jaume a una multinacional que crea, modifica y vende todas las semillas del mundo, al mundo.
Así que , se empiezan a hacer modificaciones genéticas para mejorar el aspecto ( aunque siempre se olvidan del sabor), para que se pueden cosechar verdes y, después tratarlos para que se pongan coloraditos, ya cercanos al punto de venta. Tenemos muchos a nuestra disposición y de aspecto increíble pero … 30% menos de vitamina C, 30% menos de tiamina, 19% menos de niacina y 62% menos de calcio que el fruto de la década de 1960.
El silvestre, ese que nadie poda y que sabemos que estaba ya con nosotros antes de los Incas, sigue haciendo su ciclo y produciendo tomatitos ( con todas sus propiedades nutritivas y sabor excepcional) hasta que le dejen. Es decir, hasta que lleguen los hombres a urbanizar, a cementar o a expoliarlos…
Quince de las especies silvestres de tomates proceden de países sudamericanos. Son tesoros de la naturaleza, no sólo por su sabor .Su genética natural los ha hecho resistentes a las plagas y enfermedades. Son riqueza biológica de primer nivel. Descubro un artículo de E.Hammond sobre la “biopiratería” ( atención, existe tráfico de semillas) en el que indica las especies de tomate silvestre de Perú y Ecuador que están bajo la solicitud de patente de diversas multinacionales de la semilla. Es decir, quieren quedarse un tomate que no es suyo…y después, lo modificarán y se lo cargarán. No tendremos semillas “puras” en el planeta…
Conocer al tomate ( aunque sea el silvestre) me ha hecho ver de un modo diferente a los cherry de mi huerto urbano. Sigo sin saber si debía podarlos o no pero me causa admiración que esta planta que se arrastra, se deje “entutorar” y mutilar y, aun así, produzca tomatitos. Supongo que no tendrán el sabor de tiempos pre-incaicos (mis semillas ya deben ser de la multinacional esa ) pero ahí están, creciendo a pesar de mis atenciones .
Así que, por un ratito, he sentido afecto por las tomateras y he recogido el cherry que cayó en la batalla y lo he dejado en la cesta de los limones, a ver si madura…
![tomatelimon Aquí hay tomate…](http://m1.paperblog.com/i/138/1383850/aqui-hay-tomate-L-UIZWdc.jpeg)
NB1 : El tomate sin madurar contiene solanina (tóxico)por lo que no se debe consumir hasta que haya madurado, especialmente crudo.
NB2: El primer productor mundial es China.