Puede que la actual inoperancia, cicatería y estupidez del gobierno sea contagiosa. El cúmulo de despropósitos (delitos) sonrojaría a Alí Babá.
No lo digo por el extraño hecho de que el PP no esté ilegalizado por los robos que ha cometido para financiarse y bombardear con propaganda de pésima calidad utilizando todos los medios de comunicación afines. Tampoco tiene que ver con el hecho de que el PSOE sea más o menos el mismo. O que nadie haya pedido oficialmente que la monarquía se vaya a robar a otro país. Son docenas y docenas de situaciones tan vergonzosas como las anteriores.
La corrupción ha podrido de tal manera el país que el deseo de emigrar y quemar el pasaporte, sólo es detenido por los lazos familiares.
Quizás todo sea debido a que estemos en un régimen absolutista encubierto, en el que nadie se mueve porque de hacerlo sabe que perderá.
De hecho España es el único país en crisis perpetua de Europa en el que no está avanzando la ultraderecha, quizás porque es dueña del gobierno, las instituciones y las empresas desde hace tiempo. Y con pocas opciones de cambio, ya que la derecha tibia del PSOE es un cúmulo de despropósitos. Evidentemente el único que gana en esta situación,que demuestre ser el mismo estiércol, es UPyD con un discurso populista que se disolverá como azúcar en agua en cuánto tenga acceso al dinero del poder. Por contra, IU acostumbra a quedarse sólo en palabras, de mucho menos calidad que las que Anguita regala desde su semi-retiro.
La situación del país me recuerda mucho a la de mi enorme comunidad de vecinos, formada por quince bloques independientes, casi tantos como comunidades autónomas. A cada vecino de un bloque le importa un pimiento lo que hagan los vecinos del bloque de al lado y mucho menos los que están a la otra punta de la comunidad. Apenas nos encontramos en la piscina y en las salidas de los garajes. Es más, muchas veces ni nos saludamos porque ni entendemos el idioma del vecino (inglés, rumano, ruso, indú, árabe, francés..) El presidente de la comunidad lo único que hace es estar callado, poner multitud de carteles llenos de prohibiciones, y mantener los jardines bonitos haciendo solamente caso, a regañadientes, de las señoras que más gritan y más tocan las narices. Sin embargo el ascensor sigue rayado, los garajes dan pánico y la puerta de los mismos no funciona cuando hace viento o llueve (justo cuando no quieres bajarte del coche para abrirla a empujones), no hay un portero automático en la parcela y no puedo abrir la puerta para que una ambulancia (no quiera el caso) pueda llegar hasta mi portal. Cada vez pago más comunidad y veo que no se hace nada útil. La gente protesta por los pasillos, pero cuando llega la hora de la reunión se callan y votan al mismo.
Cuando intuyes que el barco hace aguas, lo mejor que puedes hacer es practicar mucha natación y tener un ojo puesto en las ratas. Ellas te indicarán el momento de saltar por la borda y nadar lejos.
Lo que está claro es que en un sistema cerrado y estable la estupidez se apodera de todo hasta ahogarlo.