Por Vincenzo Basile
Me gustaría pensar que aquel post que escribí hace un año, bajo el título “Viaje al país de las putas”, acabó con el blog y se convirtió en el fruto más exitoso que la unión de mis dedos con un teclado haya podido parir. Pero la realidad es bien otra. Las más de diez mil visitas a mi escrito no son índice de calidad de mis palabras sino – y lo afirmo con pena y vergüenza – de una terrible degeneración del imaginario turístico occidental.
Cada día decenas – a veces centenares – de personas acceden a mi bitácora íntima buscando informaciones sobre el nivel de “putería” de las cubanas, preguntando si son más putas las negras o las mulatas o – en general y casi con un retorcido interés antropológico – por qué las cubanas son (tan) putas.
Se podrían escribir ponencias tratando de dar una explicación exhaustiva a semejante comportamiento. Incorrectas políticas gubernamentales de promoción del turismo que venden la imagen más exótica y atractiva para un degradado turismo occidental; una más o menos inconsciente interiorización racista que asocia negras y mulatas con una sensualidad bestial; o quizás la inevitable consecuencia de una poderosa herencia católica que lleva – incluso a los ateos – a atribuir etiquetas despectivas a todas aquellas que no nacieron con el corsé físico y mental típico de la vieja Europa y que decidieron vivir su sexualidad como mejor le plazca.
Las necesarias explicaciones van mucho más allá de estas pocas líneas. El tema, al menos para mí, quedará pendiente y lo abordaré con integridad solo cuando tenga todos los elementos necesarios para poder opinar – con tono analítico – sobre un fenómeno tan complejo. En cualquier caso, tanto hoy como mañana, encontrar una razón no le quitará la carga de amargura que lleva consigo mi escrito. Analizar los hechos no impedirá que cada día centenares de personas seguirán accediendo a este espacio buscando lo mismo. Con efímera esperanza, echo a andar estas pocas líneas confiando en que los viajeros degenerados entiendan que en “Desde mi ínsula” no ofrecemos putas.
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