Quiero contarles algo que me ha sucedido esta misma mañana. En un mundo como el nuestro dónde los animales en muchos casos se maltratan o se adoptan de pequeños para luego abandonarlos cuando crecen, es necesario salir en su defensa. Se lo merecen.
Salía a correr temprano, por aquello del calor, y se me ha unido un perro que viene de vez en cuando a Kabila –creo que es de unos vecinos ingleses que viven en un terreno cercano— y se pasea por aquí. Viene, trota, saluda, se dejan acariciar y desaparece.
Bueno, pues este perro, lamento no saber ni su nombre, me ha acompañado durante todo el recorrido. Cerca de una hora pegado a mí, como si me conociera de toda la vida.
Y ahora viene lo más peculiar. Cuando pasábamos por una acequia, el perro se ha parado a beber agua. Ha dado dos lengüetazos y al ver que yo me alejaba ha dejado de beber y me ha alcanzado.
He pensado que no bebía más porque quería continuar conmigo. Así es que, me he parado y el perro, se ha aproximado, me ha mirado y me ha dado un cabezazo, y otra vez se ha metido en la acequia, ahora sí, a beber mucha más agua.
Me he dado cuenta, emocionado, de que me había entendido, y de que me estaba agradeciendo que me parara para que calmara su sed. Y lo ha hecho con un testarazo. Luego, ha salido de la acequia y se ha puesto a mi lado, dispuesto a seguirme hasta el final. Y así ha sido.
No sé si será inteligencia o instinto o algo diferente. Lo que sí sé, es que los perros también tienen valores, y, al igual que el de la independencia y autosuficiencia son los que predominan en los gatos, el de la fidelidad y el del cariño son propios de los perros.
Sin hablar, con los gestos y las miradas te comunican sus sensaciones. Y nosotros, seres superiores, con nuestra suficiencia, a menudo, no hacemos nada por entenderlos, por el contrario muchos les desprecian o les maltratan.
Hoy, he encontrado un nuevo amigo. Y seguro que será para largo. Aquí le tienen, buscando cariño y haciéndose querer. No me digan que no es guapo.
Sin duda, aunque parece cuidado y alimentado, busca cariño y se hace querer. A cambio, ofrece ser fiel, un fiel amigo.
Salud y República
P.D. Sigo con problemas con el ADSL. Esto parece que va a continuar, por lo que no podré entrar en sus blogs como quisiera. La línea se corta cada dos por tres. Cuando se solucione el problema y Telefónica tenga a bien arreglarme el asunto, volveré a entrar en sus blogs con la asiduidad acostumbradas. Rogamos disculpen y las quejas háganlas llegar a este tipo llamado Alierta, otro más de la camarilla de las gaviotas.