Aquilea – crónicas de una librería

En Aquilea, crónicas de una librería, de Hernán Lucas (Bajo la luna, 2013), el tiempo se mide por un ficus al principio pequeño, que luego crece tanto que se encorva hacia la calle.

El relato está construido con anécdotas cotidianas en la librería Aquilea (Aquí-lea, qué mejor nombre para una librería, más allá de la referencia literaria). A medida que uno avanza, nota que la crónica traspasa la anécdota y el lector se encuentra, de pronto, en la intimidad de este librero que nos revela la seña de su cuenta bancaria y los detalles del tratamiento de fertilización que está haciendo con su mujer.

Al terminar el libro uno se siente tan familiarizado con esa librería que a veces parece una mujer, otras la extensión del propio librero (¿o es el librero la extensión de ella?), que dan ganas de ir a conocerla, ser uno de esos clientes a los que el librero observa entre párrafo y párrafo, mientras lee un libro detrás del mostrador.

Por suerte, queda acá nomás, basta pasar por Av Corrientes 2008. (Fui: me consta que existe el tal ficus en la entrada y nunca fue tan real esa sensación que el lector tiene de ser amigo del autor después de leer su libro).

Más info, en el site de Aquilea: http://aquilealibrosyrevistas.jimdo.com/

• Aquilea
• Hernán Lucas
• Bajo la luna
• Año 2013
• 96 páginas
• ISBN 9789871803491