Tristano muere - Antonio Tabucchi
Publicado el 31 octubre 2010 por Esquenun
“Cuando un elefante siente que ha llegado su hora se aleja de la manada, pero no se marcha solo, escoge a un compañero que vaya con él, y parten. Y avanzan y avanzan, durante kilómetros y kilómetros tal vez, hasta que el moribundo no decide que ése es el lugar para morir, y da un par de vueltas trazando un círculo…y en ese círculo sólo puede entrar él, porque la muerte es un hecho privado, muy privado, y allí no puede entrar nadie más que el que se está muriendo… y entonces le dice al compañero que le abandone, y el otro regresa a la manada.”
Tristan o, un partisano que ha luchado por la libertad y la justicia de su país, sintiéndose morir, convoca a los pies de su cama a un escritor, para dejar constancia de su lucha. Y es su única voz, en ejercicio de su memoria, la que irá subrayando los hechos que han jalonado su destino trascendente, sin por ello desconocer en algunos, sus propias miserias y contradicciones. En ese derrotero descubrirá que el enemigo ya no calza botas militares como en aquellos terribles años de guerra, sino que ahora, con la irrupción de la estupidez televisiva, se ha vuelto mucho más sutil y complejo.
“en su solemne objetivo de abolir totalmente de la mente humana cualquier clase de pensamiento nocivo para él, incluso el más nimio, empezará gradualmente a expurgar de sus cajas de cristal toda imagen portadora de ideas, hasta vuestra completa desintoxicación y la absoluta desaparición de todo signo significante …como las que os propinan cada noche...y así miraréis únicamente la luz, de vez en cuando un crepitar de puntitos luminosos, donde se perderá vuestro pensamiento y el naufragar os será dulce en ese fulgor."
El amor, la traición, la muerte y su acción política, han dejado profundas marcas en su vida y la de su patria, pero aprendió que la historia (individual y colectiva) se construye con las propias manos “solo con tener la fuerza de decirle, señora historia, usted no es nada, no se haga tanto la arrogante, usted no es más que una hipótesis mía, y si no le importa ahora me la invento como prefiero”. Su cuerpo ha acusado el impacto de tanta disputa y esta pasando la factura, la morfina que le suministran alarga la agonía del relato que preservará su pensamiento para convertirlo en palabra escrita, memoria que antes fue acción y lucha.
“porque cuando el monstruo ha sido vencido y has dejado de creer en los vencedores del monstruo, no te queda más opción que creer en tus propios sueños… la responsabilidad empieza en los sueños, porque nuestra mano sólo llega hasta donde termina el brazo, pero el sueño va mucho más lejos…es una prótesis, supera la cárcel de la existencia.”