Economía
Publicado el 4 octubre, 2013 | por Miguel Ángel Luque
“Todo esto antes era desierto”, podrán decir dentro de poco en Arabia Saudí los habitantes más veteranos de la Ciudad Económica Rey Abdalá (King Abdullah Economic City o KAEC), una ambiciosa y enorme urbe que se alza a orillas del Mar Rojo, y que se anuncia en su propia página web como “La ciudad del futuro”.
Y no es para menos, ya que este faraónico proyecto se inició en el año 2005 literalmente de la nada. Pero tras pasar algunos años y unos pocos más millones se ha conseguido levantar la ciudad que soñaría cualquier empresario, volviendo a demostrar que el ser humano, siempre con el poderoso caballero Don Dinero de por medio, puede lograr hacer crecer del desierto más de 150 kilómetros cuadrados de centros comerciales, fábricas, bares, universidades, oficinas, hospitales, almacenes, estadios, parques y todo cuanto pueda necesitar una urbe moderna. Sin olvidar, como no, hoteles y restaurantes de lujo, un enorme aeropuerto internacional y un puerto en pleno Mar Rojo a cuyo lado el de Barcelona parece un adolescente marítimo. Vamos, que ni Dios cuando hizo aparecer el maná para la travesía de los israelitas por el desierto hizo tan buen trabajo.
En el hipotético caso de que vuestro más oscuro deseo sea aprovechar los terrenos rurales que heredaste de tu abuelo para montar una inmensa ciudad financiera, ya puedes empezar a ahorrar, porque aunque las cifras no están del todo claras, se calcula que la Ciudad Rey Abdalá está costando alrededor de 27.000 millones de dólares. Una cantidad que se puede reír en la cara del Producto Interior Bruto de muchos países europeos, véase Luxemburgo o Letonia, y que hace pensar en hasta qué punto llega el poder adquisitivo de los magnates del petróleo de Arabia Saudí.
Se espera que para dentro de 20 años, Ciudad Rey Abdalá esté habitada por cerca de dos millones de personas. Pensada especialmente para jóvenes y ejecutivos, podremos ver una ciudad donde los rascacielos, franquicias de comida rápida y hasta un “Toys R Us” nos llevarán a una especie de oasis al más puro estilo “yankee”, a pocos kilómetros de las ciudades santas de La Meca y Medina.
Visto en: National Geographic.