Arabia Saudita anunció que dejará de emitir permisos para trabajar de empleadas domésticas a ciudadanas de Indonesia y Filipinas.
La decisión se produce después de que estos dos últimos países decretaran nuevas directrices sobre la contratación de sus ciudadanos en el extranjero.
Ambos habían criticado las condiciones en las que estos trabajan en Arabia Saudita.
La relación del país árabe con Indonesia se tensó después de que una criada indonesia fuera decapitada tras ser acusada de matar a su empleador saudita.
Cientos de miles de extranjeros trabajan en Arabia Saudita. Los grupos de derechos humanos critican que estos son sometidos a abusos y que reciben sueldos muy bajos.