El título de esta nota es el nombre en árabe que los propios sirios dan a su país. Después de la batalla de Alepo, espero y deseo que la guerra en Siria esté acabando aunque sea con la victoria de Assad.
Creo que hasta ahora la guerra de Siria ha confirmado o demostrado tres cosas. La primera es que Rusia es la potencia más brutal. En general a todas las grandes potencias les importa muy poco cuantas víctimas civiles provocan en la persecución de sus objetivos, pero los rusos, aparte no disimular su tendencia a arrasar con todo, y quizás por esta razón son de largo los más destructivos y los que dejan un rastro más sangriento y ruinoso, tal como han hecho con el este de Alepo que lo han dejado como un sello liquidando a buena parte de sus habitantes. Siempre me ha intrigado que un pueblo de un notable nivel cultural como el ruso tenga tendencia a ser gobernado por zares tiránicos que actúan de forma totalmente imperialista y brutal.
La segunda confirmación es que los norteamericanos, a pesar de disponer o tener a su alcance a algunos de los mejores expertos del mundo, en política internacional son absolutamente idiotas, y también dejan rastro, normalmente de graves conflictos a menudo extremadamente difíciles de solucionar. El ISIS no se inició en Siria sino en Irak poco después de su ocupación por los USA que a pesar de la experiencia egipcia donde la dictadura de Mubarak fue sustituida por la dictamuchomásdura de los Hermanos musulmanes y también a pesar del desastre de Libia no supieron darse cuenta de que la primavera árabe se transformaba en el asalto al poder del Islam radical, cometieron barbaridades como levantar el embargo de armas a Siria en 2013, y en ningún momento han dejado clara su postura en relación con los rebeldes sirios a pesar de ser una amalgama de grupos laicos y otros islamistas como ISIS o Al Nusra, y en cambio han excluido de su apoyo directo a los kurdos que han demostrado ser los más eficaces en la lucha contra ISIS. Su actuación ha sido tan poco clara que han llegado a provocar rumores malintencionados de que el ISIS es una creación norteamericana.
La tercera demostración es que la opinión pública europea, en especial cuando se refiere a asuntos de Oriente Medio o al Islam es muy poco fiable por lo partidista, y para comprender a que me refiero solo se necesita imaginar las inmensas barbaridades que habrían soltado los medios europeos si la OTAN o Israel hubiesen dejado una ciudad como un sello como los rusos han hecho con Alepo, mientras que con Putin han sido extremadamente benevolentes y cuando finalmente ha logrado su objetivo no han sido pocos los que lo han llenado de alabanzas. La lista de temas en que la información parece totalmente teledirigida es larga y variada, desde el ruido que montan con el tema de los refugiados sin que más que muy pocos se pregunten porque los países musulmanes ricos solo aceptan refugiados con dinero por delante y ha tenido que ser el propio Putin quien haya sugerido que se dirijan a Arabia Saudita, o lo poco que se menciona y la poca importancia que se da a los miles y miles de cristianos, agnósticos y musulmanes moderados asesinados salvajemente por ISIS.
He reunido varios comentarios sobre Siria de mis notas anteriores, incluso anteriores a la fecha en que inicié este blog, en un resumen sobre el país, que adjunto y que creo que puede ayudar un poco a comprender tanta barbaridad.