La línea divisoria entre santa y bruja era muy delgada en la antigüedad. Un ejemplo de esta confusión es la legendaria historia de Aradia: una mujer cuya vida ha sido explorada en estudios folkloristas y neopaganos de antiguos mitos y leyendas..
Es famosa como reina de las brujas y diosa de la luna. Aradia es a menudo presentada como una importante deidad, y aparece como personaje en muchos libros. Sin embargo, sus orígenes no son tan evidentes. De hecho, parece que hay muchas preguntas sin respuesta en relación con esta misteriosa mujer.
Diosa Mesiánica
Charles Godfrey Leland, un folklorista estadounidense, escribió a finales del siglo XIX el libro Aradia o el Evangelio de las Brujas , un texto basado en los antiguos conocimientos de las brujas paganas de la Toscana (Italia). Leland afirmaba que sus investigaciones procedían de un antiguo y pequeño manuscrito denominado Vangelo (Evangelio) que recibió de una mujer de la Toscana llamada Maddalena. Se ha dicho del relato de Aradia que fue creado a partir de la antigua mitología etrusca. Los etruscos eran un pueblo de origen desconocido procedentes del centro de Italia, quienes finalmente se integraron al Imperio romano.
Según Charles Leland, poblaciones enteras practicaban los ritos descritos en su libro, siendo heredados desde tiempos inmemoriales y pasando a autodenominarse “Antigua Religión”. Con la quema en las hogueras de estas mujeres cuyo único delito era ser dueñas de su propio destino y de seguir una religión antigua, oscura y considerada demoníaca por ser completamente extraña a su época, se produjo un movimiento revolucionario que situaría a este evangelio secreto como el principal símbolo de libertad y pureza absoluta para toda religión pagana.
El folklorista nos presenta a Aradia como una mujer mesías que habría venido a la Tierra para ayudar a las brujas en su lucha contra la Iglesia Católica. Se transformaría a partir de su nacimiento en un icono para toda bruja que se preciara luchar contra toda opresión, incluido el Cristianismo. Fue considerada como la ‘Madre de la Brujería y Protectora de la Hechiceras y Brujas’, venida a la tierra para enseñar a los pobres y a los oprimidos la brujería como medio de resistencia social.
Cuando describe los antiguos cultos a la ésta diosa-bruja se observan muchas connotaciones que recuerdan a la cultura celta. Aradia era hija de una poderosa deidad llamada Diana, la diosa lunar adorada y asociada a la brujería desde tiempos inmemoriales y de Lucifer, el más poderoso de los diablos (quien era además hermano de Diana). En esta versión del mito, Lucifer es el dios del sol, la luna y la luz, y su belleza y atractivo son arrebatadores.
Diversos investigadores afirman que Aradia es un nombre compuesto procedente con toda probabilidad de las dos diosas: Hera y Diana formando la denominación de Erodiade o Herodias, una antigua y oscura diosa venerada en el siglo VI. De hecho la diosa Diana adorada por las antiguas brujas fue a menudo puesta al lado de la figura de Erodiade siendo muy popular el culto a las dos diosas.
El Evangelio de las Brujas
Aradia era una hija del espíritu y desde su infancia mostró habilidades para reconocer las cosas que provenían del Gran Espíritu. Un día decidió ir al lago Nemi (conocido en la antigüedad como el espejo de Diana), y sentándose a reflexionar se dio cuenta del equilibrio natural de todas las cosas y el desequilibrio de la sociedad que vivía en su tiempo, y tras meditarlo mucho, vino a ella la iluminación; y entendió la igualdad de todo lo que existe.
La diosa Aradia, se encarnó para instruir en las artes de la brujería a los campesinos para que tuvieran la capacidad de defenderse de los señores feudales y de la Iglesia católica. Aradia instruyó a sus primeras discípulas que fueron esclavas y escaparon del dominio de sus amos. Aradia buscaba la libertad de los oprimidos, la libertad de cada persona y el resurgimiento del paganismo; enfrentándose a la iglesia católica y a la nobleza. Hace un pacto con sus discípulos, instituyendo los ‘Boschettos’ (aquelarres) y señalando como y cuando deben celebrarse las ‘tregendas’, a las que la iglesia llamaría el Sabbath de las brujas.
Las brujas de la Toscana son las únicas que han conseguido preservar intacta la antigua sabiduría de Aradia. Se concibe la brujería como una religión vinculada con el mundo de la naturaleza y de lo sobrenatural. Un dogma que vincula lo real con la significación de los hechos y los actos en la propia naturaleza humana. Expone también una sociedad eminentemente matriarcal. Se nos narra también la opresión de los antiguos saberes depositados en las mujeres más ancianas y más sabias. La propia opresión de la iglesia católica hará que estas mujeres se reúnan en lo más oscuro y profundo del bosque para compartir sus conocimientos, y en un ritual humano, se den rienda suelta a los instintos más básicos y carnales, aquellos que hacen del ser humano un animal.
Cuando Aradia dejó la tierra, estableció que las brujas deberían encontrarse cada mes con la luna llena en un lugar aislado, para adorar el espíritu de Diana, su Señora. Y cualquier cosa que pidieran al espíritu de Aradia, se otorgaría a los que merecieran su favor. Cuando Aradia desaparece dejó un legado tras de sí, que originó la persecución y la cacería de brujas. Los sacerdotes que en un principio observan la brujería como una superstición ridícula, empiezan a verla con un peligro para el Cristianismo, como una anti-iglesia conducida por el anticristo. Veían toda la historia de Aradia como una parodia a la historia de Jesús, y decidieron emprender un genocidio contra cualquier rastro de paganismo aun existente en la vieja Europa.
Paganismo moderno
Con la llegada del cristianismo, la diosa fue asociada a Lilith y en consecuencia a Satán por sus ritos claramente orgiásticos. De la figura de Aradia nacen los primeros aquelarres y las primeras bases de la mitología Wiccana como Charles Leland da a entender en su libro donde expone conjuros, rituales, hechizos y la mitología derivada de la famosa Diosa bruja. Es especialmente interesante como centra en la mujer el origen de toda creación y de la humanidad, algo totalmente contrario al Cristianismo.
Los historiadores y folkloristas actuales siguen sin poder demostrar ni refutar la historia que nos cuenta el libro de Leland, publicado hace más de cien años. Sin embargo, Sabina Magliocco, especialista en folklore italiano, opina que la leyenda de Aradia está compuesta por una compilación de numerosos personajes conocidos de épocas muy diversas, desde la antigüedad hasta el siglo XIX. Magliocco sugiere que Aradia debía ser una criatura sobrenatural relacionada con el folklore italiano. La especialista ha identificado a Aradia con la figura de una bruja legendaria, probablemente la de una leyenda popular de la isla de Cerdeña conocida en la tradición como “Sa Rejusta”.
Otra teoría nos llega del brujo e investigador Raven Grimassi, creador de la Stregheria, una corriente de la tradición neopagana iniciada en 1969. Grimassi es famoso por sus investigaciones durante más de treinta años sobre el libro de Leland y la brujería italiana tradicional por lo que podemos citarlo como un referente a la hora de profundizar en el personaje de Aradia. Según sus investigaciones el origen de la antigua diosa Aradia procede de una simple mortal: Aradia di Volterra nacida en 13 de agosto de 1313 en la Toscana (Italia), y que fue llamada la Bella Peregrina porque viajó a lo largo y ancho de Italia para predicar el Evangelio de Diana. Maestra de la magia, enseñó las artes de la ‘Brujería’ en su mayoría a campesinos pobres y oprimidos por las clases sociales altas. Esto provocó un renacimiento de la “Vecchia Religione”.
Curiosamente Aradia di Volterra jamás fue acusada de brujería. Siempre fue considerada una ciudadana ejemplar y a pesar de las prácticas de su familia, nunca fue procesada por la Inquisición. Existe la teoría que fue protegida por practicantes de la Brujeria dentro del seno mismo de la Iglesia Católica, aunque éste hecho no ha podido ser comprobado.
Charles LelandDiana dijo a su hija Aradia : “.. En verdad fuiste concebida y creada por el Espíritu, pero naciste para volver a ser otra vez mortal. Debes volver a bajar a la Tierra para instruir a mujeres y hombres. A todo aquel que esté dispuesto a estudiar la brujería en tu escuela. Y serás la primera de las brujas conocidas, y serás ante todo mi embajadora en el mundo … “
Fuentes: Ancient-Origins // Wikiwand // Runa Mágica