Aragón y la falta de previsión ante el ferrocarril y Canfranc

Además de los escasos avances que se producen para incentivar la creación de la Travesía Central del Pirineo (TCP), los cuales parece que hay que dar las gracias y no hacer demasiadas exigencias, nos encontramos con varios problemas del entramado de ferrocarriles de Aragón.
Uno de ellos fue el que se produjo el mes pasado con el descarrilamiento de un tren de mercancías entre las localidades de Canfranc y Ayerbe, y que no es más que otro contratiempo para agilizar los trámites de procurar una red de comunicaciones acordes con la necesidad de exportar fuera de nuestras fronteras nacionales.
Entretanto, el consejero de Presidencia y Justicia y portavoz del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, ha pedido al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) que, "con la máxima urgencia posible", restablezca el tránsito de trenes en la línea Canfranc-Zaragoza. Bermúdez de Castro ha solicitado, asimismo, que el protocolo firmado respecto al Canfranc "se comience a desarrollar con la máxima urgencia" para conseguir "una reivindicación histórica de todos los aragoneses, que tengamos una línea con una plataforma y vía dignas y electrificada" y así se disponga "de un tren del siglo XXI y no del siglo XIX", según afirma el periódico del Alto Aragón.
También se comenta el fundamento de hablar mucho para llegar a acuerdos. Pues lamentamos discrepar. Ya es hora de exigir, de reivindicar deudas que contrae el Estado español con el pueblo aragonés que no han sido satisfechas desde hace más de 30 años y que otras CCAA cobran por dirimir cuestiones que desde aquí no vamos a valorar; simplemente comentar que hay que dar ya golpes encima de la mesa de negociaciones o tendremos que esperar otros tantos mAragón. uchos años a que consideren las necesidades de
Sin entrar en divagaciones políticas, un ferrocarril público aragonés es clave para el desarrollo y la cohesión económica y social del País "¿Qué son las líneas no rentables? Fundamentalmente aquellas líneas que intercomunican comarcas o unen estas con la metrópoli, que en términos estrictamente económicos tienen un bajo volumen de negocio, o incluso son deficitarias pero que sin embargo cumplen una función social insustituible en cuanto a la vertebración del territorio y sus relaciones económicas y humanas en las comarcas."
No todo tiene porque ser economía, pero deberíamos decidir que es necesario y que no lo es (sobre todo en materias de comunicación  los propios aragoneses, no ADIF; o vayámonos despidiendo de la población rural, más concretamente la pirenaica en este caso, y lo que ello conlleva. Mariano Gallardo Lorente