El pasado 7 de octubre, iniciando el encuentro mundial de la Marcha Mundial de las Mujeres, las delegadas de 86 territorios vivimos junto a las hermanas palestinas, libanesas, sirias y otras CNS de la región del Medio Oriente el horror de los inicios de los ataques israelíes al pueblo de Gaza, compartimos en esos días sus miedos, tristezas e incertidumbres.
Desde entonces, las mujeres que nos organizamos en la marcha nos movilizamos exigiendo que paren las agresiones al pueblo de Palestina y se les reintegren el uso de sus derechos a su territorio ancestral.
En Nuestra América de sur a norte ideamos la carta de solidaridad con las mujeres de la Franja de Gaza. Un hermoso esfuerzo de trabajo colaborativo, cada coordinación envió un párrafo que sintetiza el sentir y sus reflexiones:
“Queremos decirles que como organización internacionalista de feminismo popular antirracista, anticapitalista y anticolonialista, estamos indignadas por la ideología sionista que, de manera racista y colonial, justifica todo tipo de violaciones a los derechos de humanos en Palestina. Un genocidio está en curso y todos (Gobiernos, ONU y sociedad civil) deben asumir sus responsabilidades, oponerse e impedir que continúe.
La complicidad con el Estado genocida de Israel de las potencias militares de Occidente, lideradas por Estados Unidos, nos indigna, como indignan las muertes de miles de palestinas y palestinos, en su mayoría niñas, niños y mujeres inocentes. El Gobierno israelita hace oídos sordos a los miles de personas que diariamente tomamos las calles y plazas, en distintas partes del mundo, exigiendo paz y respeto a la vida del pueblo palestino, la liberación de su territorio hoy convertido en un gigantesco cementerio”.
El 30 de marzo, Día de la Tierra Palestina, publicamos la carta en redes y la leímos en las calles alrededor del mundo, fue el aporte de las mujeres del Abya Yala a las 24 horas de solidaridad feminista.
“Denunciamos que el conflicto no tiene equilibrio. Por un lado, hay un pueblo que lucha y resiste desde hace décadas y que cuenta con la solidaridad internacional de quienes también luchan contra el imperialismo y el colonialismo. Por otro lado, Israel está llevando a cabo una ocupación violenta, que genera grandes beneficios para la industria bélica y transnacional.
Sabemos que las hermanas en la Franja de Gaza están sufriendo el uso deliberado del hambre como arma de guerra. El bloqueo de la ayuda humanitaria, las restricciones y los ataques del ejército israelí a los sitios de distribución, son evidencia de que en la agenda de muerte y destrucción está la eliminación por hambre del pueblo palestino. Exigimos que se respete el derecho a la alimentación, esto es una acción ética de vida”.
Como feministas antimilitaristas reflexionamos sobre la paz que queremos para nuestros pueblos. Entendemos que la paz no debe ser la del silencio o la inacción y comprendemos las diferentes formas de lucha y resistencias a la que son obligados los pueblos.
“Nosotras creemos legítima toda resistencia como forma de vida en un sistema de muerte. Validamos las distintas luchas que construyen una cartografía mundial de la solidaridad entre pueblos, redes que trascienden territorios, sustentan y acogen a miles de compañeras que hoy en día habitan el dolor en Gaza.
Las mujeres que hacemos frente a las sanciones, intentos neocoloniales de ocupación, así como a las amenazas constantes del imperialismo a nuestras decisiones democráticas en la región de las Américas, las abrazamos. En este abrazo solidario, les pedimos que no desmayen, su fuerza y resiliencia son un digno ejemplo para todas. Tengan la certeza de que los pueblos venceremos.”
Compañeras palestinas:
“Tomo y agito la bandera de Palestina para convocar la hermandad hacia su pueblo
mientras se van sumando en el camino
las voces que gritan solidaridad hacia
las mujeres que gritan sus lamentos”
(¡Viva Palestina libre!, Mafalda Galdames)
Para seguir las acciones de las 24H de solidaridad feminista
https://marchemondiale.org/index.php/2024/03/30/mujeres-en-marcha-hasta-que-palestina-sea-libre-de-rio-a-mar/?lang=esPara leer la carta