Arancha González Laya, más conocida como "González Líos", es una charo conocida por ostentar la cartera de ministra de asuntos exteriores de España desde 2020.
La presentaron como una tecnócrata frente a los supuestos malos ministros de exteriores anteriores, pero se la han comido por todos lados.
Desde que es ministra no acierta una ni por casualidad. Los incendios no dejan de multiplicarse en la agenda internacional y los desastres no han dejado de sucederse uno tras otro.
Con ministros así, que son el hazmerreír del continente, lo raro es que no expulsen a España de Europa, de la OTAN y hasta de Eurovisión.
BiografíaDe su vida poco se sabe. Solo que se entrenó para las Olimpiadas de Charo inútil, pero la descalificaron por ser demasiado inútil.
Empezó su carrera como asociada en un despacho de abogados seguramente sirviendo cafeses.
También dicen que asesoró a empresas en derecho de competencia, comercio y ayudas de Estado y en organizaciones desacreditadas como la ONU o la OMC. Lo más seguro es que entrara por cupo feminista.
Ministra de exterioresTambién ese mismo cupo feminista le dio un puestecito en el gobierno de Pedro Sánchez en 2020. Su único mérito era hablar varios idiomas de lo cual presumía.
Tomó posesión del cargo abogando durante la ceremonia por reposicionar a España en la UE y en el mundo. Igual debió aclarar que era para empeorar la posición.
Pasó desapercibida porque había otras preocupaciones más inmediatas y la política internacional estaba totalmente descuidada desde hacía décadas, pero es posiblemente una de las personas más inútiles de todo el gabinete.
Tan bien se le da la Politica exterior que era incapaz de diferenciar la bandera de México con la de Italia.
Hasta que estalló la crisis del Covid. Desde entonces no ha hecho más que meter la pata y hacer el ridículo.
A pesar de que el gobierno sabía desde enero la letalidad del coronavirus y que la UE desaconsejó permitir "multitudes" muchos días antes del 8-M para evitar transmitir el coronavirus tuvo la desfachatez de decir que no fue hasta el 9 de marzo cuando los científicos dijeron que las cosas se estaban poniendo peor.
No solo aquello provocó muertes que se podrían haber evitado, si no que fue de buena samaritana regalando el dinero de los demás en progrerías con millones de parados y todo el puto continente europeo parado.
No la respetan ni los países del tercer mundo. Los moros le han tomado la medida desde el primer día.
El Ministro de Erdogan la dejó en ridículo en directo con ella al lado cuando dijo que la catedral de Santa Sofía seguiría siendo un lugar de encuentro entre religiones diversas y el ministro dijo que ni de coña, que solo para musulmanes.
Pero para ridículo, su gestión con el Covid. La timaron con PCR de mierda que no servían para nada. Igual se la hubiesen pegado con el de la estampita, el tocomocho y el nazareno, uno detrás de otro si hubiesen querido.
O aquella vez que Turquía le robó el cargamento con respiradores.
Su falta de previsión dejó a España sin embajador en Londres en un momento crítico del Brexit.
Cualquiera que trabajara en una empresa estaría en la puta calle, pero al ser una charo socialista, pues están acostumbrados y la han dejado ahí.
Y eso ha costado que España haya salido de la agenda internacional, cumbres contra el terrorismo y las alianzas se debiliten con las grandes potencias.
Mientras, ella se dedica a afirmar que lo importante era la perspectiva de género.
Pero claro, si con eso no le bastaba, hizo que estallara la crisis con Marruecos al traer a España a Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario falsificando documentación para introducirlo de tapadillo a lo Mortadelo y Filemón.
Aquello forzó a Estados Unidos, en un momento de especial debilidad internacional para España, a mostrar en público su preferencia por Rabat.
De aquella crisis tuvo que tomar las riendas la UE como si fuese menor de edad, ya que ella no movió un dedo para arreglar el embrollo. Pedrito tuvo que mandar a La Calvo a intentar arreglar el desaguisado.
Queda saber si Pedrito la echa en la próxima remodelación del gobierno o aún peor, mete a otra más inútil. Con lo pirado que está, igual mete a Samantha Hudson.