Revista Opinión
Quién más, quién menos no ha recibido alguna vez, un recuerdo para nada galante haciendo mención a nuestra abnegada progenitora y el día que nos parió ? Creo que excluyendo al señor Adán, todos los demás seguro.Pero hay un personaje, que se lleva todos los laureles y no solo eso, sino que hacen coro cientos de miles de gargantas, masculinas, femeninas y porque no de niños también, que se aúnan en un grito expontaneo, fuerte, gigantesco que sube y baja sin cesar hacia él, el hombre de negro, el árbitro de futbol : “ Que cobraste árbitro y la ……………*+//*##””]}}*/Se escucha en varias cuadras a la redonda el recuerdo de la hinchada para con la señora mamá del juez de turno, al que a veces le quitan un poco de presión trasladándosela también a alguno de los líneas.Pero el hombre está curtido a puteadas, y cuando más lo putean más se agranda y adquiere mayor protagonismo, como si cada puteada fuera un elixir que le insuflara mayor brío. Incluso ni se altera cuando algún que otro relator lo nombra en su relato como “el pito”. Hay también algunos (varios) jugadores que en el revoleo aprovechan para colaborar con las tribunas que no cesan de acordarse de la madre y varios parientes del árbitro, que como algo natural, normal, propio de la actividad que eligió, sigue con lo suyo haciendo oídos sordos al reclamo de un penal, una falta, una posición adelantada o lo que fuere.Pero tampoco es tan grave; sucede como en otras cosas de la vida cuando de justicia se trata: si el fallo nos favorece “ Por suerte hay justicia en este país”; si el fallo nos es adverso “En este país de mierda, no hay justicia”Si el penal fue para nuestro equipo, el señor árbitro actuó con justicia, pero si fue para la contra, el hijo de su madre, mal parido del árbitro es un vendido de mierda, que ya sabemos que es hincha de este club, y que ojalá le salgan hemorroides sangrantes, o se tape bien constipado de manera tal que reviente como un escuerzo, y se deje de arruinarnos el domingo a nosotros.
El dicho popular lo indica muy clarito: Los enemigos del fútbol son tres: el árbitro y los líneas, y así lo entendió el negro Roberto Fontanarrosa, prestigioso hincha de Rosario Central en primer término, y luego exitoso escritor, periodista y dibujante argentino, desaparecido en julio de 2007.A una serie de cuentos de su autoría corresponde el video, que sigue a continuación y que no necesita más palabras para explicar que “Esto es el fútbol ”
Video:compendiopersonal
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