Árbitros de Ourense: "Cuando ya nada puede ir peor"

Uno que no es árbitro se sigue sorprendiendo de noticias que rozan el absurdo o el esperpento en esta tragicomedia que vive el Colegio de Árbitros de Ourense. A uno que no es árbitro le resulta incompresible que de los dos colegiados agredidos, a uno le desciendan de categoría y al otro le inhabiliten basándose en presuntos informes ya conocidos cuando si pudo arbitrar en pasadas temporadas. Mas sorprende que mientras los colegiados reciben un segundo castigo, los dos agresores condenados por la justicia ordinaria se sigan sentando a la derecha e izquierda del Delegado ante la pasividad y complacencia de sus superiores en Coruña. El circo de la incompetencia llega a límites insospechados cuando se intenta descender a otros sin fundamento alguno, pero ante la posibilidad de demandas se rectifica y el dedo que mueve el viento cambia de dirección. ¿Pero quien asciende?... pues nada mas y nada menos que el que insultó a una compañera en pleno partido sin mas méritos según cuentan que el ser hijo de... 

Algunos ya comienzan a plantearse la posibilidad de un plante ya que además de lo referido, llevan desde hace meses sin cobrar un euro y aunque los problemas informáticos siempre se lleven la culpa de otras incompetencias y faltas claras de previsión, los árbitros no son tontos y se cansan. Alguien que conoce mejor el problema nos relata lo que sigue: ------------------------------------------------------------------Parafraseando las declaraciones del presidente de la Federación Gallega de Fútbol, García Liñares, parece que la ‘gestión intachable’ de la que hace gala este señor, no es tan intachable. Al escándalo de la inexistente cobertura sanitaria en el fútbol gallego desvelada recientemente por diferentes medios de comunicación, se le unen ahora los impagos por parte del Comité a sus propios árbitros, a los cuales se les adeudan los recibos de los últimos tres meses. Los sueldos y dietas de los que mandan, sin embargo, son pagados a tocateja de forma puntual. Qué cosa más curiosa.La historia es bien sencilla: hasta hace un par de años los colegiados recibían el dinero de sus actuaciones en mano, directamente del equipo local al cual se le arbitraba. La Federación, en su afán por modernizar un sistema totalmente arcaico intentó ‘agilizar’ ese proceso e instauró la transferencia bancaria como modo único de pago, de tal manera que los equipos ya no tenían que realizar la extenuante tarea de facilitarle el dinero directamente a los árbitros, sino que tenían que hacer el proceso a través del banco y enviarle la pasta gansa al Comité, el cual, una vez extraída su parte, le ingresaba lo restante a los trencillas en el plazo de unos pocos días, que solían oscilar entre una y dos semanas. Pues bien, parece que los plazos se alargan cuando se atisba en el horizonte la sombra de las elecciones.La explicación oficial es que todo se debe a un “problema informático”, o al menos eso indicó el flamante delegado de la delegación ourensana, José A. Presas. Imaginamos que será el mismo problema informático por culpa del cual los árbitros y futbolistas siguen sin póliza. O por el que las sanciones de ciertos directivos agresivos siguen sin ver la luz. Cosas de las nuevas tecnologías.Ante el descontento generalizado y parece que ante ciertos rumores de denuncia (muchos se quejan de puertas hacia afuera por la boca pequeña, porque las quejas abiertamente en estos días conllevan ‘riesgos’), se realizaron algunos pagos pertenecientes a la Copa Diputación, pero curiosamente, a gran parte de los colegiados implicados se les pagaba de menos.¿Por qué ese intento de última hora pagando partidos de hace dos semanas y no los de hace dos meses? ¿Qué ha hecho el Comité con un dinero que no le pertenece? ¿Por qué la culpa de todo se le achaca a la informática y no a la incompetencia de los que gestionan todo el tinglado?RECTIFICADOS LOS DESCENSOS A DEDO EN OURENSEPero aún hay más. La temporada pasada finalizó del mismo modo que empezó, de forma caótica. La directiva de Presas se cobró su dulce venganza a modo de descensos y, curiosamente, estos afectaban únicamente a gente que osó criticar su ‘gestión’. De tal modo que perdieron la categoría únicamente colegiados ‘no afines’. La explicación oficial inicial se quedó en un escueto y ambiguo: “no cumple las expectativas de la delegación”. Sin más. Una vez concretadas, las razones eran de lo más variopintas: a uno se le desciende por no hablar apenas con el delegado en toda la temporada; a otro porque pidió libre muchas veces (por trabajo); a otro por no pitar pese a perderse toda la temporada por lesión; a un cuarto por no ir a las reuniones… y así un largo etcétera. A uno incluso se le inhabilita sin poder arbitrar porque Pancho, sí, el mismo presidente del Comité, así lo ordenada. En resumen, un cachondeo institucional arbitral, todo un ejercicio de caciquismo en pleno siglo XXI.Lógicamente, los afectados emitieron una queja, primero al delegado y posteriormente a Coruña, y parece que ésta tuvo efecto inmediato. Presas rectificó y dejó sin valor dichos descensos, y la explicación no dejaba de tener sus connotaciones cómicas: “se dejan sin efecto los descensos porque se han seguido en la delegación unos criterios o métodos distintos a los que se habían venido practicando en las anteriores temporadas deportivas”. Vamos, que admiten que se pasaron el reglamento por donde quisieron y se quedaron tan anchos. Sin clasificaciones, ni baremos, y ante unos argumentos tan convincentes como los antes comentados sólo cabe decir que sobran las palabras. ¿Y las responsabilidades por hacer algo así? Básicamente aquí una autoridad dicta una resolución arbitraria en un asunto, a sabiendas de que dicha resolución es injusta. Adivina adivinanza,¿alguien sabe qué nombre recibe esta acción y cómo está tipificada dentro del código penal?TODOS DE PASEO A FERROLComo colofón, no podemos olvidarnos de la convocatoria que hizo esta misma semana el Comité arbitral, instando a todos los árbitros de categoría autonómica de Galicia a superar unas pruebas físicas en Ferrol. Hasta ahí la cosa parece normal. Sin embargo, se da la circunstancia de que estamos hablando de desplazar a Ferrol a varios centenares de colegiados para dar un paseo, concretamente hacer 2.000 metros en doce minutos, algo que se podría realizar perfectamente en cada delegación y como así se hizo siempre hasta esta temporada.

Uno no quiere ser malpensado pero cabe preguntarse quién sale ganando en el Comité montando semejante historia. Está claro que los colegiados están ansiosos por viajar a Ferrol durante tres horas y tirar el día entero para dar el paseo de rigor, pero, y los ¿directivos? ¿Se subvencionará ese ‘concentración’? ¿Qué empresa será la encargada del transporte de dichos árbitros y quién sufragará todos los gastos? Los sillones de muchos pueden quedarse vacíos dentro de tres meses y hay que hacer caja antes de que se cierre el chiringuito. Al menos, eso parece ante tanta ‘casualidad’.Futbol Base y mas