Disponible en Netflix
En un espacio temporal imposible de definir, en la que la URSS y veteranos de guerra de la Primera Guerra Mundial -en relativo buen estado de conservación- conviven con smartphones, televisiones de plasma y demás parafernalia tecnológica recién sacada de la última peli de James Bond, existe una agencia de espionaje con la importante misión de
Sterling Archer, el espía más mortífero, eficaz, temido y -como su alter ego Bond- narcisista, ególatra y mujeriego empedernido e inventor de los jersey de cuello alto, es el agente franquicia de la agencia SISI (Servicio de Inteligencia Secreto Internacional), que debe hacer frente a los mayores retos que amenazan la seguridad nacional, y a su madre, Malory Archer, directora de la agencia para la que trabaja. Si a todo esto le sumamos el estrés añadido de trabajar con Lana, su ex-pareja, también agente de campo, y al nuevo novio de esta, Cyril Figgis, contable del SISI la cosa... se complica. O debería hacerlo. Porque Archer es un hombre de recursos, y cuando tus recursos se tratan de ingentes cantidades de alcohol nada puede fallar, o nada puede preocuparte...
Archer es un soplo de aire fresco en las series americanas de animación para adultos. Su humor socarrón y cruel, a veces forzado y otras veces sin sentido, unido a situaciones más que variopintas, que relatan la historia de una organización de espías familiar y muy de andar por casa -podríamos decir que si la serie estuviese localizada en España nos la creeríamos a la perfección- harán que sus aproximadamente 20 minutos por capítulo se te queden muy cortos.
Con un gran elenco de actores y actrices que prestan sus voces a los personajes principales como Judy Greer, Amber Nash, Chris Parnell, Aisha Tyler o H. Jon Benjamin además de secundarios tan potentes como Christian Slater, Ron Perlman o Jon Hamm, que hacen que esta serie cuente con el empaque que se le hace suponer a una gran producción de estas características, hará que te quedes pegado a la pantalla capítulo tras capítulo a lo largo de sus 6 temporadas, de las que se espera otra más para este año.
Sin duda una gran elección para olvidarse de los trajines diarios.
Por cierto, si os decidís a verla os aconsejo que lo hagáis en versión original, no es por quitarle mérito a los actores de doblaje españoles, pero en inglés tiene un punto cómico muy por encima de la versión doblada.
Disponible en el catálogo de Netflix.
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