Hace un tiempo reflexionábamos sobre el mentidero en que se han convertido las redes. Las redes sociales están que arden, que así se llamaba el post, hacía referencia a cómo una opinión en Twitter o en Facebook se convertía en noticia en algunos medios periodísticos. Juan Soto Ivars ha sacado ‘Arden las redes’ (Debate, 2017), un libro que reflexiona sobre la poscensura y el linchamiento digital. Y es que Twitter se ha convertido en un amplificador de opiniones donde cualquiera puede iniciar su propia guerra, justa o injusta, y podrá reclutar para su causa un nutrido número de followers. No en vano Umberto Eco creó polémica al afirmar que las redes daban voz a legiones de idiotas, y Soto Ivars matiza que cualquier Don Nadie puede hacer retroceder a una gran empresa, cosa impensable antes de Twitter.
En el libro defiende en todo momento la libertad de expresión, que recuerda que puede ser ofensiva en algunos casos, pero que aún así es necesaria. Y a partir de este razonamiento denuncia la existencia de una censura en la sociedad destinada a que no podamos decir lo que pensamos en un medio diseñado para decir lo que pensamos.
alfonsovazquez.com ciberantropólogo