"Arderás en la tormenta" de John Verdon
La tensión ha ido en aumento en White River. El inminente primer aniversario de la muerte de un motorista negro por el disparo de un policía local inquieta a una población económicamente deprimida y racialmente polarizada.
Se han pronunciado discursos incendiarios. Han empezado manifestaciones airadas. Ha habido casos aislados de incendios y saqueos.
En medio de toda esta agitación, un francotirador mata a un agente de policía y la situación se descontrola. El fiscal de distrito del condado acude a Dave Gurney, detective de homicidios retirado del Departamento de Policía de Nueva York, con una extraña propuesta: quiere que Gurney lleve a cabo una investigación independiente del homicidio y que le informe directamente a él.
Pese a tener algunos recelos sobre la singular oferta, Gurney termina por aceptar el encargo. Sus dudas se intensifican todavía más cuando conoce al tremendamente ambicioso jefe de policía local, en cuyos métodos agresivos y posiblemente ilegales podría hallarse el origen de la inquietud de los ciudadanos.
La situación en White River se vuelve realmente tensa cuando se producen más muertes en lo que parece ser una escalada de venganzas. Sin embargo, cuando Gurney se pregunta por la verdadera naturaleza de todo este baño de sangre y se centra en aspectos peculiares de cada uno de los homicidios, el fiscal del distrito le ordena desvincularse de la investigación.
Obsesionado con los indicios que no corroboran la versión oficial de los hechos, Gurney decide actuar por su cuenta. A pesar de la intensa oposición de la policía, así como de peligrosos fanáticos que acechan en las sombras, Gurney empieza a descubrir un asombroso entramado de engaños, entre ellos, lo que podría ser el plan de incriminación más diabólico jamás concebido.
La respuesta a esta tenaz investigación se vuelve cada vez más violenta a medida que Gurney se acerca a la verdad que se oculta tras los crímenes. Al final, cuando logra desenmascarar al monstruo que maneja los hilos, Gurney descubre que en White River nada es lo que parece.
Editorial: Roca, 2ª edición jun-2018
Encuadernación: Tapa blanda / Versión Kindle
Impresiones
Es indiscutible que John Verdon se ha convertido en uno de los nombres propios de la literatita negra actual. Sus historias, encadenadas en una serie protagonizada por el detective Gurney forman ya parte del acervo literario de aquellos que buscan vivir vidas ajenas delante de las hojas de un libro, y lo hacen con pasión, con auténtica devoción y con un grado de intriga difícil de superar.
Habiendo sido gratamente sorprendidos con títulos como Sé lo que estás pensando, No abras los ojos, Deja en paz al diablo, No confíes en Peter Pan o Controlaré tus sueños, en Arderás en la tormenta nos vemos arrastrados a White River, pequeña población estadounidense en la que los disturbios raciales han llegado a tal punto que la situación de vuelve insostenible. Es por ello que se requerirán los servicios de un experto en resolución de casos difíciles como el inspector de policía retirado Gurney quien, cómo es habitual, prestará atención a todos los detalles que han pasado desapercibidos al equipo investigador y pondrá en duda las distintas teorías que intentan explicar los incidentes en los que son abatidos dos policías disidentes de la forma de pensar del departamento y mueren distintos activistas defensores de los derechos de la población negra. La trama, en un principio previsible, o al menos concordante con la desarrollada en novelas de similar estructura, da un giro inesperado, convirtiéndose en el argumento de una novela de misterio de ambiente rural y desenlace imprevisible antes del cual el lector cambiará de opinión distintas veces en sus preferencias empáticas o en el objetivo de su anticipadas elucubraciones al intentar resolver los crímenes por sí mismo. Nos podemos permitir afirmar que el final es un auténtico "bombazo" de emociones contenidas en el que Verdon vuelve a ejercer con maestría su oficio al confeccionar una historia que convence y gusta, y que se hace corta a pesar de alcanzar las 500 páginas de situaciones desconcertantes.
Gurney termina actuando por su cuenta, como a él le gusta y como nos tiene acostumbrados, pero se ciñe al guión y satisface a todos, guiando a sus superiores hacia sus propios errores, haciéndoles ver dónde y cómo se equivocan, aun a riesgo de ser rechazado. Se trata de un personaje peculiar, marcado por su pasado, como también es peculiar la relación que mantiene con su esposa Madeleine, relación que desconcierta en ocasiones y no sabemos explicar el porqué. El protagonista es un observador nato que recoge a la perfección el legado de sus antecesores Colmes, Poirot, etc. y decanta la experiencia de aquellos en su peculiar alambique de sueños rotos.
La prensa jugará, paralelamente, el papel que siempre se le ha reservado y servirá para crear la polémica necesaria y el contrapunto imprescindible para hacer la historia no solo creíble, sino completa.
La tormenta a la que hace alusión el título no es más que el resultado de unir los acontecimientos con el conflicto racial de fondo, llamas suficientes para avivar el fuego del odio, un odio que junto a la codicia, el poder, la lujuria y la envidia constituyen los principales móviles que conducen al asesinato. Arderás en la tormenta es una novela de odio paternofilial a la inversa, o puede que algo de amor haya en esos sentimientos que terminan estallando debido a las circunstancias.
Con tales argumentos, ¿se resistirán a no leer este título? Desde aquí les invito a que rechacen esa idea.
Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez
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