A 350km por hora y en caída libre, el atleta chileno batió marcas al saltar con un grupo de experimentados deportistas, quienes contaron con tan solo 1 minuto y 15 segundos para lograr la impresionante figura, superando la marca de 28 personas.
Simplemente impresionante. Tras dos días de intentos y 10 saltos, Sebastián Álvarez, mejor conocido como “Ardilla”, logró lo imposible: rompió, junto a un grupo de atletas de distintos países, el récord de salto en paracaidismo de formación, cayendo a toda velocidad con 36 personas y creando una espectacular figura en el cielo.
El atleta de Red Bull, quien constantemente sorprende con hazañas que desafían los límites, tenía en su mente desde hace un tiempo el intentar batir esta marca en la disciplina conocida como “Cabeza Abajo” o “Head Down”, que a la fecha tenía un récord de 28 personas (2018).
“Se necesita harta experiencia, porque es la disciplina más complicada que hay en paracaidismo. Para este tipo de proyectos, se requieren por lo menos 2 mil saltos”, cuenta “Ardilla”.
Así, Álvarez se dirigió hasta la localidad de Boituva, São Paulo, conocida por sus excelentes condiciones para saltar. La tarea requirió convocar a paracaidistas de diferentes países, incluyendo Paraguay, Argentina y Brasil. Así, tras días de práctica y ajustes, los 37 atletas lograron saltar desde tres aviones coordinados, cayendo a 350 km por hora y creando con éxito la formación planificada.
El atleta cuenta que el salto se realiza a 16.600 pies de altura, equivalente a aproximadamente 5 kilómetros, y que la formación deseada se crea antes en un dibujo, para que cada persona sepa dónde debe estar. Álvarez revela que una vez dejan el avión tienen apenas 1 minuto y 15 segundos para hacer la formación. De lo contrario, el intento se acaba y los paracaidistas se separan para aterrizar.