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El funcionamiento de esta autopista, en pruebas, se basa en la lógica de los tranvías o los trenes del metro.
El proyecto de Stellantis favorecería la descarbonización e impulsaría el coche eléctrico para largos desplazamientos. / Stellantis
La falta de autonomía de los coches eléctricos para los largos desplazamientos es uno de los principales retos a los que se enfrenta este tipo de motorizaciones. La solución a este problema daría, cuanto menos, esperanza en el camino hacia la descarbonización del transporte rodado, cada vez más necesaria para contrarrestar las emisiones contaminantes del mismo.
La vista está puesta en la capacidad de las baterías y en la instalación de nuevos puntos de recarga, sobre todo del tipo rápido. ¿Pero y si las carreteras y vías de alta capacidad pudieran recargar la batería de los vehículos eléctricos conforme estos circulan por ellas?
La respuesta a este interrogante está en Arena del futuro, un proyecto en el que entre otros grandes protagonistas del sector se encuentra Stellantis. La lógica detrás de este proyecto es replicar el funcionamiento de, por ejemplo, los tranvías. Este tipo de medios de transporte obtiene la energía eléctrica necesaria para funcionar gracias a las catenarias a las que van enganchados los vagones, sin necesidad de hacer paradas para recargar.
Pues bien, a través de la instalación y construcción de una gigantesca plataforma de carga por inducción para coches eléctricos, que se transforma en la calzada de autopista, el grupo habría conseguido diseñar la primera vía de alta capacidad que podría ir recargando la batería de los coches y otros vehículos eléctricos que circularan por encima de ella de manera simultánea a la conducción, sin necesidad de hacer paradas ni de colocar postes o enchufes de carga.
La tecnología usada en este proyecto se basa en el sistema de recarga eléctrica por inducción dinámica (DWPT por sus siglas en inglés: Dynamic Wireless Power Transfer). Una serie de bucles instalados bajo el asfalto permitirán que la batería vaya absorbiendo y almacenando energía siempre y cuando el vehículo disponga de un receptor especial que le permita ejecutar esta transferencia de energía.
Recorridos sin gasto de batería
Ya se han llevado a término las primeras pruebas, que llevan en marcha desde finales del año pasado, y el resultado es para celebrar. La zona elegida para el experimento ha sido una zona privada de la autopista A-35, en Italia, que pertenece al grupo Brebemi. La longitud de la trazada es de poco más de un kilómetro y tanto un Fiat 500e como un autobús Iveco E-Way han conseguido recorrerlos sin apenas gastar un punto de sus baterías.
Además de esta función, obviamente estas autopistas-puntos de recarga nacen con el objetivo de mantener una conectividad constante entre vehículo y calzada, para lograr así una mejor gestión del tráfico y de la seguridad vial. Este proyecto, en el que han participado numerosos agentes de movilidad desde marcas y fabricantes hasta entidades públicas, está considerado por la revista Times como una de las cien invenciones más importantes del 2021 y, sobre todo, pone sobre la mesa una solución al problema de las emisiones y la falta de estructura de recarga que aqueja la movilidad eléctrica.