Título original: Sands of the Kalahary
Director: Cy Endfield
Guion: Cy Endfield. Novela: William Mulvihill
Música: John Dankworth
Fotografía: Erwin Hillier
Género: Aventuras
Reparto: Stuart Whitman, Stanley Baker. Susannah York. Harry Andrews. Theodore Bikel. Nigel Davenport, Barry Lowe
Argumento
En Johanesburgo, Sudáfrica, cinco pasajeros y los dos pilotos, viajan en un aeroplano cuando de repente aparece en el cielo una inmensa nube plagada de langostas que se estampan contra los cristales del aparato.
A consecuencia de ello, los pilotos deben aterrizar forzosamente en pleno desierto, muriendo uno de los pilotos.
Los supervivientes comienzan una lucha por su supervivencia, que les hará refugiarse en un lugar poblado de beduinos, simios de aspecto amenazador que les ven como competencia para la caza de los escasos animales que pasan por allí.
Además, entre los mismos humanos comenzará una lucha por salir de allí vivo a costa de los demás si es preciso.
Interesante y muy entretenido drama de aventuras, más profundo de lo que cabría suponerse en un principio, donde parece que será una de tantas odiseas de supervivencia del ser humano en un medio hostil.
Sin embargo, a medida que avanza la historia, se va poblando de sombras amenazadoras, bien a cargo de animales salvajes, bien del corazón egoísta del ser humano para con sus semejantes.
Cy Enfield, que ya había asombrado dos años antes con su excelente “Zulú”, vuelve a sorprender con una cascada de sentimientos humanos de todo tipo, que van fluyendo poco a poco, pero inexorablemente, hasta desembocar en la tragedia.
Gracias a un estupendo guión, que logra atrapar al espectador sin remedio, las rivalidades de todo tipo surgen en un microcosmos humano donde hasta la única hembra de la especie pasa a ser deseada por el resto de la “manada”. O al menos por varios de sus miembros, y como si de un trofeo se tratara
Aventura, violencia y mucha intriga en un buen film, que resulta muy interesante en todo momento por la intensidad dramática conseguida.
A todo ello ayuda las estupendas interpretaciones y la soberbia fotografía a todo color y pantalla, amén de la briosa banda sonora.
Una cinta muy estimable, que gusta mucho.