Ares, el Marte de los romanos, era el dios de la guerra, alguien que disfrutaba de la matanza y le gustaba ver el flujo de sangre. Hijo de Zeus y Hera, tenía una estatura colosal y luchó a pie, lanzando gritos terribles. Siempre llevaba peto, lanza y casco, y tenía a los demonios Deimos – miedo – y Phobos – terror como escuderos. Ares se unió a muchos mortales y tuvo numerosos hijos, todos muy violentos, como los dos mencionados anteriormente. Éris, la discordia, y Eniô, una diosa de la guerra, también formaban parte del séquito de Ares. El dios
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